La última Encuesta Continua de Hogares del Instituto Nacional de Estadística (INE) cifra en 5.700 el número de hogares unipersonales en Ceuta. Su número aumentó casi un 50% entre 2013 y 2020. La mayoría de las personas que viven solas son hombres (2.900, dos tercios con menos de 65 años), pero de las 2.800 mujeres caballas en esa situación un total de 1.700 están por encima de esa edad.
No todos los que viven sin compañía humana lo hacen a disgusto, pero la Ciudad hace ahora un año un proyecto de análisis del fenómeno de la soledad no deseada que terminó en diciembre con el pilotaje de cuatro casos reales “para ajustar e identificar acciones de mejora”.
“Aunque la problemática de la soledad no deseada es un concepto muy subjetivo que, en términos generales, afecta más a mujeres, existe una serie de factores que pueden propiciarla, entre ellos, el fallecimiento del cónyuge, la marcha de los hijos del hogar, el estrato social o la jubilación, algo que incide más en los varones”, contextualizan las fuentes de la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales consultadas por este periódico.
En el caso concreto de Ceuta, y dada la singularidad del territorio, se ha observado que uno de los factores que pueden conllevar soledad no deseada “es la marcha de familiares de la ciudad y, por tanto, la pérdida del contacto físico”.
El proyecto se concibió para “romper el aislamiento, favorecer el envejecimiento activo los mayores de 60 años que viven solos y mejorar su calidad de vida y su bienestar emocional”.
Durante la primera fase
En la primera fase se identificaron servicios y establecimientos de Ceuta frecuentados por personas mayores (centros sociosanitarios, bibliotecas, asociaciones…) y se involucró a estas entidades como agentes comunitarios. Además, se realizaron “acciones de comunicación y sensibilización”.
También se desarrollaron seis acciones formativas que han alcanzado a un total de 55 profesionales de Servicios Sociales, el Imserso, el Ingesa, el Centro Asesor de la Mujer, el 112, la Policía Local y la Nacional, la Residencia Nuestra Señora de África y el Aula Permanente Formación Abierta de la UGR, entre otras instituciones y entidades.
La Consejería de Sanidad ha impulsado la constitución de una ‘mesa radar’ integrada por Servicios Sociales, Ingesa e Imserso que al menos se ha reunido ya dos veces para, entre otros temas, “definir los protocolos de actuación en ámbitos como comunicación, intervención y visitas domiciliarias”.
En ese marco se han desarrollado cuatro protocolos de actuación: de comunicación de los casos, de intervención, de visita domiciliaria y de seguimiento y control.
Para terminar se ha realizado un pilotaje de cuatro casos reales con el propósito de “ajustar los mismos e identificar acciones de mejora” de la respuesta de la administración a situaciones de soledad no deseada, un fenómeno que “puede afectar a personas de distintas edades, género u origen.
"Romper el aislamiento" y "desarrollar redes de apoyo"
Entre los objetivos del proyecto puesto en marcha a principios del año pasado por la Ciudad está tanto “romper el aislamiento y la situación de soledad no de deseada de los mayores, favoreciendo el envejecimiento activo y la mejora de la calidad de vida y el bienestar emocional”, como “desarrollar redes sociales de apoyo y facilitar la vinculación de las personas mayores que se sientan solas con la red social de proximidad, promoviendo su participación”.
El Gobierno de la Ciudad también se ha propuesto “coordinar recursos e iniciativas públicas y privadas que son oportunidades de encuentro para las personas mayores que se sientan solas, así como ejercer un efecto positivo sobre su calidad de vida y bienestar emocional”.
Otros de los desafíos planteados son “posibilitar la integración social de personas mayores sin apoyo familiar que se encuentran confinadas en sus domicilios por barreras arquitectónicas” y “establecer un control y seguimiento de las personas mayores identificadas que se encuentran en situación de aislamiento y soledad”.
El Ayuntamiento de Madrid ha utilizado un programa de inteligencia artificial ideado por Telefónica para entrevistar a mayores de 75 años y averiguar si se sienten solos sin quererlo. Casi 700 pidieron ayuda al ser telefoneados.