Agentes de la Policía Nacional desarrollaron en la tarde noche de ayer una amplia operación tanto en Ceuta como en la península que se ha saldado con 5 detenciones en la ciudad y al menos otras 4 fuera, tal y como han informado a El Faro fuentes policiales. Todas ellas presuntamente relacionadas con la investigación abierta para esclarecer el crimen de Mohamed Aziz Amar Ahmed, ‘Caniche’, el joven de 34 años cuyo cuerpo fue encontrado carbonizado y con varios disparos en el interior de su vehículo en el Jaral. Las detenciones, que se llevaron a cabo de forma simultánea, vinieron acompañadas de varios registros en viviendas, todos ellos con el pertinente mandamiento judicial. Entre los arrestos llevados a cabo en Ceuta figuran el de la propia mujer del fallecido, así como miembros familiares directos de ella, quienes fueron detenidos en una vivienda ubicada en la calle San Daniel de la barriada del Príncipe Alfonso. Por su parte, entre las personas que han sido interceptadas en la península figura un varón con antecedentes policiales, aún no judiciales, por su presunta relación con otros sucesos de marcado corte violento. Hasta el momento estos son los datos que se han podido conocer ya que la Policía Nacional mantiene la operación abierta, así que no se descarta que en las próximas horas pueda haber más arrestos o registros, al objeto de esclarecer el motivo y la participación que diversos actores pudieron tener en la muerte y posterior quema de Mohamed Aziz, protagonista de uno de los sucesos de mayor crudeza registrados en la ciudad autónoma en los últimos años. No solo queda por conocer los pasos que se tengan que dar en Ceuta, sino también los que policialmente se lleven a cabo en la península. Lo que sí han confirmado las mismas fuentes es que todos los detenidos están relacionados con el mismo entorno directo, de una u otra manera. Cinco furgones de la UPR y otros tres coches camuflados integraron el dispositivo, centrado prácticamente en la barriada del Príncipe, que pudo verse en la ciudad y que terminó en torno a las 20.00 horas, con el traslado de los detenidos a la Jefatura Superior, a donde acuedieron algunos familiares de los arrestados. Los accesos a la barriada fueron cortados por unidades policiales para evitar posibles altercados. Así se mantuvo el dispositivo hasta terminar la operación policial dirigida por agentes de la UDYCO, que durante todas estas semanas han estado dando pasos en un caso sobre el que prevalecía el secreto de sumario dictado en su día por la titular del Juzgado de Instrucción número 2. El cadáver de Mohamed Aziz, de 34 años y padre de tres hijos, fue encontrado de forma casual por una patrulla de la Guardia Civil en pleno Jaral, carbonizado, con heridas de bala, y dentro del vehículo blindado modelo Audi A6 que conducía. Su hallazgo se produjo pasadas las 6.30 horas, después de que los Bomberos hubieran sofocado las llamas causadas de forma premeditada en el vehículo con vistas a hacer desaparecer cualquier tipo de huella. En ese momento nadie reparó en que en el interior del vehículo había un cuerpo carbonizado, solo horas después saltarían todas las alarmas. Desde el primer momento la Policía sospechó de la necesaria implicación de varias personas en la muerte de Mohamed Aziz, puesto que los disparos que causaron su fallecimiento se produjeron antes de la quema y supuestamente fuera del vehículo, ya que se halló masa encefálica en el exterior. Posteriormente se le habría introducido en el coche para causar la quema. Fue tal la destrucción provocada, que la Policía solo pudo recuperar restos del cuerpo, completamente destrozado e irreconocible, debido a las altas temperaturas alcanzadas en el interior del turismo. De hecho aunque la familia del llamado ‘Caniche’ lo identificó como tal a las pocas horas del suceso, judicialmente se autorizó su entierro, 48 horas después, bajo el sello de ‘sin identificar’, ya que oficialmente se requería de la confirmación, con pruebas de ADN, de que esos restos se correspondían realmente con la persona a la que se le iba a enterrar. Algo más que un detalle al ser clave para el proceso investigador que se tiene que llevar a cabo y para la posterior fase judicial desarrollada. El vehículo blindado que ocupaba el fallecido recibió hasta ocho impactos de bala que pudieron llevarse a cabo para dibujar un móvil distinto, desviando así la atención investigadora que desde el primer momento pesaba sobre la mesa del CNP. Tal y como publicó El Faro después de producirse el suceso, las hipótesis iniciales que se manejaron fue las de que los disparos se habrían producido en otro escenario y habrían sido provocados por personas de la confianza o conocimiento de la víctima para haberles dejado subir en el vehículo. Con estas detenciones la Policía intenta aclarar qué tienen que ver con los hechos y cómo se desarrolló el crimen y por qué. Cronología15 de diciembre El hallazgo Se avisa al SEIS por el incendio de un vehículo en el Jaral, en la parte trasera de la Hípica. Es de madrugada, se sofocan las llamas y tanto los bomberos como los policías que se personaron abandonan el lugar. Horas después, ya cuando amanecía, una patrulla de la Benemérita pasa por el lugar y es entonces cuando repara en que dentro del coche hay un cadáver carbonizado, completamente irreconocible. Poco después, se personan familiares directos de Mohamed Aziz diciendo que él es el fallecido. Investigación Mucha presión La UDYCO inicia una investigación sobre el terreno marcada por la enorme presión existente en torno a este caso. Y es que desde el mismo día en que se produjeron los hechos, ya se estaba difundiendo a través de las redes sociales los nombres de los posibles autores. El caso estaba en secreto de sumario y el CNP tuvo que advertir a personas cercanas al fallecido de que evitaran hacer declaraciones para no entorpecer la investigación. Primer paso Las detenciones Fue en la tarde de ayer cuando se produjeron las primeras y de momento únicas detenciones relacionadas presuntamente con este crimen. Desde la tarde de ayer se mantiene a estas tres féminas en la Jefatura Superior para aclarar todo. El escenario del crimen, en el Jaral El coche que aparece carbonizado en la imagen es el Audi A6 blindado que conducía habitualmente el fallecido. Le prendieron fuego supuestamente para tapar cualquier huella, aunque Mohamed Aziz ya había fallecido con anterioridad al recibir un disparo a bocajarro en la cabeza que terminó con su vida y otro en el costado. Desde un primer momento el CNP sospechó que se había intentado dibujar un crimen que no habría sido cometido de la forma que se mostraba.