El Tribunal de Primera Instancia de Casablanca condenó hoy a doce personas, todos marroquíes, a penas de entre diez meses y cinco años de cárcel por traficar con mascarillas falsificadas, según EFE remitiéndose a una fuente judicial.
Los procesados fueron condenados también a pagar un multa de un total de 240 millones de dirham (lo que correspondería a, aproximadamente, unos 22 millones de euros), y entre ellos figuran algunos nombres conocidos. Por ejemplo, el de Naceredine Ziane, hijo de Mohamed Ziane, exministro de Derechos Humanos del difunto monarca Hassán II.
Estas personas fueron condenadas por su implicación en varias infracciones como son el fraude, la participación en la falsificación de una marca comercial, la fabricación y la comercialización de un producto que no se corresponde con los criterios sanitarios. Toda una serie de delitos que repercuten en la sentencia por la que finalmente han sido sancionados.La falsificación, que se descubrió el pasado mes de abril, pudo destaparse cuando una clínica en la ciudad sureña de Marrakech denunció que Ziane les había vendido 20.000 mascarillas con un logo falso de una compañía estadounidense. Asimismo, denunció que estas mascarillas, cuyo valor total es de 666.000 dirham (en torno a unos 60.500 euros), no responden a los criterios de fabricación establecidos por el Gobierno. Esta noticia salta a la luz en un momento en el que
Marruecos se enfrenta a 2.553 nuevos casos notificados en las últimas 24 horas. Eso sí, en paralelo a la reconfortante noticia de las 2.018 recuperaciones, también notificadas en el mismo lapso de tiempo. Los contagiados totales en el
país vecino ascendían, así, a 137.248 mientras que la cifra de personas totalmente curadas se quedaba 115.354, es decir, se ha alcanzado una tasa de curación del 84%, tal y como informaron las autoridades marroquíes en su balance diario para informar sobre la situación de la
COVID-19 de la que está pendiente no solo Marruecos, sino el mundo entero.