Casi 70
inmigrantes,
un muerto, otro
joven desaparecido y mucha desesperación. Lo que ha pasado este sábado en Ceuta se corresponde con una de las peores crisis o repuntes migratorios que se han vivido. El temporal ha convertido esos pases en extremos. De entre las personas contabilizadas hay al menos 12 menores de edad, el resto adultos y muchos residentes en Beliones a los que
se les ha derribado la casa dejando a familias en la calle. Ese poblado limítrofe con Ceuta, que tanta vinculación ha tenido con nuestra ciudad, vive uno de sus peores momentos debido a los planes urbanísticos pretendidos por
Marruecos para hacer un paseo marítimo.
Marroquíes, algún subsahariano, sirio y de Libia
La mayoría de las personas que han entrado son marroquíes, pero también ha habido algún subsahariano y de manera aislada sirios y de Libia. Han ido llegando en goteo, desde la noche a la madrugada hasta esta tarde, sin parar, en una alerta de frío, viento y lluvia que ha marcado toda la jornada. El drama lo representa el joven fallecido a quien se tratará de identificar y al que este lunes se le practicará la autopsia. También el desaparecido que pedía ayuda y que terminó desapareciendo en el mar, atrapado, hundido. Quienes cruzaron a nado llegaron con contusiones, cuadros de hipotermia, magulladuras, dolores… fueron trasladados a la
Jefatura Superior. Allí, con las mantas de Cruz Roja esperaban para ser filiados.
Familias que buscan a sus seres queridos
Marruecos no acepta ninguna devolución y en el caso de los que perdieron sus casas van a pedir asilo. Los menores pasan al centro de La Esperanza en donde ya hay acogidos 242 residentes. Muchas familias están buscando a sus seres queridos porque a estas horas no saben si han llegado con vida o están en el mar. El oleaje y las duras condiciones convertían en impracticable cualquier tipo de control en la zona.