"Chispita"

Era nuestra Marisol pero la llamábamos Chispita, nombre que heredó, su hija Mercedes. Este “apodo” se lo debemos a Miguelín, tío Miguel, padre de Marisol.

Chispita dejó hace 7 años, pero su “presencia espiritual” siempre la sentimos. Era simpática, alegre, siempre risueña y solidaria, muy solidaria con todos. Era tan “dadivosa” que no tenía nada para ella y siempre compartía con los demás. Su casa siempre estaba llena de amigos a los que atendía con toda cordialidad. Le gustaban mucho las manualidades pero regalaba casi todo, por supuesto mi familia tenemos recuerdos de ellas. Había una tienda en Algeciras donde mostraba sus trabajos, muy bonitos, y los vendía a muy buen precio.

El 30 de Mayo de este año, Chispita hubiera cumplido 63 años. Era morena con un cabello largo, voluminoso y negro. Sus ojos achinados hacían que , a veces la llamáramos “Chinita”. Era muy morena, su andar era ágil y gracioso, muy inquieta y coqueta.. Mi hermano la llamaba cariñosamente “Negra” pero ella no se enfadaba, era su prima preferida.

Cuando niña vivió junto a sus padres, Miguelín y Mari y su hermano Milán, en la entrañable “Barriada de Villajovita”, primero en una casita muy modesta al lado del chalé de los tíos Asensio , Isabel y prima Isa Mari, pero más adelante en un piso “más lujoso” sin perder la sencillez. En las dos casas fue “Chispita” muy feliz, yo diría que más en la primera, más a pie de calle y más cerca de algunos vecinos. Su hermano Milán (Miguel Ángel) era un superaficionado de “The beatles ” ; en cierta ocasión le pregunté a “Chispita” si le gustaban los “chicos de Liverpool” a lo que me respondió: “¡¿Cómo no me van a gustar si Milán estaba escuchándolos por la mañana, por la tarde, por la noche?!”.

“Chispita” estudió Magisterio pero apenas lo ejerció aunque le encantaban los niños y tenía paciencia con ellos. Tuvo a Merceditas y Juanito, eran sus “tesoros”. Con ellos estudiaba diariamente para que se aprendieran mejor las lecciones y hasta que esto no ocurría no los dejaba. Pero su amor fue trabajar en las oficinas de Intendencia de Algeciras donde su padre Miguel trabajara también, pues éste lo había hecho antes, también en las mismas instalaciones, en Ceuta, junto a su hermana Mª Luisa ( mi madre). Marisol me comentaba que de no haber estudiado Magisterio lo que de verdad le atraía era “la vida militar” (carácter tenía).

Cuando “Chispita” hizo la 1ª Comunión, se celebró en su primera casa de Villajovita. En aquellos tiempos la reunión era muy familiar, con un chocolate con churros, todo muy entrañable, no como hoy. Mi padre, bernabé que era el padrino de Marisol junto a mi Madre, MªLuisa, por la tarde salió a la calle y empezó a tirar monedas en el suelo para que las cogieran los chiquillos de la barriada. Fue muy divertido. Y “Chispita” estaba muy feliz ;los vecinos participaron de aquellos entrañables momentos.

"A Marisol le encantaba navegar. Su marido y ella se compraron un barquito al que bautizaron con el nombre de Chispita"

A MARISOL le encantaba navegar. Su marido Juan y ella se compraron un barquito con el que disfrutaban muchísimo, lo bautizaron con el nombre de “Chispita”. Algunas veces venían a Ceuta con la embarcación ;mi madre, mi tía Satu y yo les hacíamos alguna que otra visita y merendábamos en el barco.

De vez en cuando algunos amigos también se desplazaban desde Algeciras en sus embarcaciones y pasaban el fin de semana en Ceuta. A Marisol y a Juan ( su marido) les encantaba viajar a Ibiza con el “Chispita”. Fueron varias veces. Recuerdo en casa de Marisol, en “San García”(Algeciras), donde tan buenos ratos pasábamos. Allí, y en las paredes de la piscina, mi prima tenía de adorno, lagartijas de cerámica que al parecer son típicas de Ibiza, muy originales. Todo el que quisiera podía bañarse en la piscina.

Su casa era muy entrañable y acogedora, con chimenea. En ella había muchos trabajos manuales, hechos por “Chispita” y también cuadros al óleo pintados por la 2ª “ Chispita, es decir, su hija mercedes. Cuando llegaba la Navidad, todo era alegría en esta casa. Entonces se reunía toda la familia alrededor de una enorme mesa que mi prima organizaba y adornaba con mucho estilo y cariño.

El 24 de Diciembre era una auténtica fiesta con todos reunidos, canciones, palmas. Un año, por circunstancias, mi madre Mª Luisa, mi tía satu y yo viajamos a Algeciras y la noche de Nochebuena éramos más. Fue todo muy bonito y acogedor. Recordamos mucho al Tío Miguel que ya no se encontraba entre nosotros y que tanto disfrutaba de estas fiestas. Siempre Miguelín disfrutaba montando el “Belén” a Marisol en la entrada de su casa.

Un año, “Chispita”, Juan y Merceditas y Juanito, viajaron con su caravana y llegaron hasta Tarrasa (Barcelona) donde nosotros teníamos ( y seguimos teniendo familia). Fueron todos muy felices. Con esta misma caravana, Marisol y compañía, iban todos los veranos a “Sierra de Cazorla”, en concreto a “Coto Ríos”, para reunirse con los tíos Miguel y Mari, Milán y MariCarmen, Alejandro y Álvaro, el Tío Chico y muchos amigos.

Yo misma he podido estar con mi Madre y con ellos, en una Semana Santa y fue fabuloso encontrarnos todos reunidos. Allí todos ellos compusieron el “Blues de Coto Ríos” en el que hacían diferente voces, acompañados de instrumentos fabricados por ellos mismos. Hicieron una grabación. También participaron Inma y Marián con sus maravillosas “voces negras”.

Cuando “Chispita” se jubiló (anticipadamente), los compañeros de Intendencia le entregaron una placa como recuerdo de su paso por el trabajo que tanto le gustó. “Chispita” había sido siempre muy inteligente, trabajadora y buena compañera y ayudaba a todo el mundo.

Muchas veces, y cuando la tarde de los sábados proyectaban en T.V. alguna película “de llorar”, mi hermano llamaba a Marisol para decirle:”¿Estás viendo la película, Negra?”. Entonces ella lloriqueaba ya que era muy sensible. Mi hermano la hacía rabiar, pero en plan cariñoso pues era sum prima preferida.

En cierta ocasión, y en su casa de “San García”, nos disponíamos ella, Juan y yo, a comer algo y “Chispita” me preguntó si yo había visto la película “Avatar”; le dije que no con lo cual me la pusieron para que disfrutara de la misma. “CHISPITA” me decía que era su “peli” preferida por lo espiritual que era. Por supuesto cuando la he vuelto a ver, me he acordado mucho de mi prima. También le encantaba el programa de T.V., “Master Chef”. ¡ Como disfrutaba cada vez que iba al “centro comercial Punta Europa”, en concreto al “Primark!.

En casa de “Chispita” siempre hubo animales. Hace muchos años, cuando ella estaba aún soltera (vivían en otra casa), tuvieron un perro totalmente negro, un poco “cascarrabias”, llamado Kimbo que un buen día desapareció en alta mar persiguiendo a los delfines. Ya de casada Marisol y familia disfrutaban de una perrita “Marilyn” de color blanco muy simpática, la querían mucho pero como todo ser vivo tuvo su tiempo y marchó al “Universo de los animales”.

Poco después llegó “Brandy”, un perro grandote color canela y muy noblote; era un buen guardián. Cuando Marisol salía a la calle o regresaba de ésta, le decía a “Brandy”: “Brandy, chócala”, entonces el perro levantaba una pata y la chocaba con la palma de una mano de “Chispita”. Realmente los perros son “muy humanos” e inteligentes. Un buen día emprendió su viaje al “infinito”.

Pero Marisol se hizo de dos “agapornys” monísimos y listísimos. Les llaman “los inseparables” porque siempre van de dos en dos. Cuando mi prima o Juan entraban en el salón, los pájaros que estaban en una gran jaula los llamaban y decían:”Hola Marisol, hola Juan”, volaban y se ponían en sus hombros o se refugiaban en el pecho de éste “diciendo cositas” todo el rato.

La boda de Marisol y Juan fue muy bonita y divertida. “Chispita” iba de traje largo blanco, tipo “rociero”. Se celebró en la Feria ya que durante esos días había comenzado la “Feria de Algeciras ”. No fue la típica boda, sino celebrada en una caseta con mucha familia. Tengo que recordar que nuestra abuela Mamina no se animaba a trasladarse a Algeciras, pero yo la convencí y se lo pasó muy bien.

Una cosa que no le gustaba a “Chispita” era el teléfono; eso de hacer llamadas a la familia, como que no, pero no por tratarse de ésta…¡es que no le gustaba el teléfono con nadie!. Se lo recriminábamos y ella se sonreía, así que con el tiempo, de vez en cuando escuchábamos su voz. Pero de todas formas, la queríamos mucho. Ella daba sin esperar nada a cambio.

A buen seguro seguirá tejiendo, haciendo “croché”, todo tipo de manualidades, allá donde se encuentre. Con su forma de ser y su cara de “chinita” nadie la olvidamos. Personas tan desinteresadas como ella y tan humana, son las que se nos apetece tener cerca dado el “ambiente” que nos rodea. Que allá donde esté haya encontrado la luz y la paz de las que carecemos en la Tierra. “Chispita”, Marisol, TE QUIERO. Por siempre, tu prima Hermy.

Nuestro querido Milán, hermano de Marisol, la llamaba cariñosamente “repipi” , algunas veces dado su gracejo y simpatía.