“¡Charly!”. Y después el abrazo. El tercero. Como ha sido la tercera visita del expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a Ceuta. La tercera que no se pierde el caballa Derdabi.
A las puertas del salón Sbay de la Almadraba ambos se han fundido en un abrazo entre socialistas. Porque aquí ya no se trataba de un expresidente y un afiliado, sino de dos personas que se confiesan firmes defensores de este partido. Sin más.
Lo que una formación debe hacer es mimar a sus históricos, a los que siempre han estado con el partido, a quienes cuando algo no les ha gustado han mostrado su malestar pero no han cambiado de chaqueta. Charly Derdabi lleva desde finales de los 80 siendo fiel a unas siglas sin importarle nada más que los valores que, considera, sigue manteniendo esta formación.
Ya lo decía en una entrevista con este periódico, si en algún momento algo no le ha gustado del partido, sencillamente no ha votado.
Y así, este caballa de 74 años, que se abrazó a Zapatero cuando vino en 2002 como secretario general y repitió esa escena en 2006 como presidente del Gobierno, ahora ha vuelto a mostrarle su aprecio, 17 años después, con un abrazo esperado como nunca que también ha vuelto a ser recogido por las cámaras de este periódico y los de otros medios, en uno de esos actos entrañables que se cuelan en las encorsetadas agendas políticas del momento.
Quien fuera dirigente de las riendas de este país lo ha reconocido nada más bajarse del vehículo en el que se ha desplazado desde la Gran Vía hasta la Almadraba para participar del Iftar organizado por el partido, con motivo de la ruptura del ayuno a pocos días ya para que finalice el mes sagrado del Ramadán.
“¡Hombre Charly!”. Y no ha hecho falta nada más. Solo el tercer abrazo.