La Confederación General de Trabajadores desembarca en Ceuta con la finalidad de tener una mayor representación en la ciudad autónoma. Su mismo secretario general, Miguel Montenegro, reconoce que la ciudad autónoma es la única provincia de su demarcación territorial en la que no tienen una presencia significativa, por lo que esta comitiva llega con la promesa de hacer un sindicalismo de clase diferente al que ya está establecido.
Admite que la situación laboral de muchos trabajadores ceutíes deja “bastante que desear”. Actualmente la CGT tiene cerca de 30 afiliados en Ceuta, aunque de momento están adscritos al Campo de Gibraltar. Prevén tener, próximamente, una oficina de atención y un incremento progresivo de afiliados.
La Confederal no es ajena a los problemas de los trabajadores ceutíes y tiene presentes conflictos laborales como los que está viviendo, por ejemplo, la empresa Limpiasol, asegurando que es inaceptable que este grupo de trabajadores lleve cinco meses sin cobrar y que la Administración no haga nada. “Las cosas pueden y deben ser de otro modo”, asevera Montenegro.
Admiten que es la Administración Pública la responsable de que los trabajadores estén en esta situación, caso similar al que ocurre con Dulcinea Nutrición, empresa por la cual la CGT inicia este viernes una huelga general en los cuarteles del Campo de Gibraltar, concretamente en Algeciras, en los que da servicio y sigue sin pagar de manera regular a sus empleados.
Insisten en que existen los mecanismos legales para frenar a este tipo de empresas y que no abusen laboralmente de los trabajadores.
Montenegro defiende que la CGT siempre está del lado de los trabajadores a diferencia de otras centrales sindicales que finalmente pactan con el gobierno reformas laborales o expedientes de regulación de empleo que en nada beneficia a la clase trabajadora.
Durante dos días, mantendrán reuniones con grupos políticos como Caballas, Podemos o el MDyC, además de con asociaciones civiles que defienden los intereses de los ceutíes.