Desconocimiento, salida de tono, falta de sensibilidad hacia la extrapeninsularidad o simplemente amenaza, ese es el encaje que podemos hacer de las declaraciones del Ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, ante la más que justa reclamación que los canarios han hecho respecto a la posible falta de control en los precios que las compañías aéreas utilizan cuando el comprador de un billete de avión es un ciudadano con bonificación por residencia.
En lugar de hacer efectivo ese control para salvaguardar los legítimos intereses de los ciudadanos, Ábalos opta por la amenaza chulesca hacia el más débil utilizando a la Agencia Tributaria, para en una relación absurda, vincular el uso de las bonificaciones con la renta de los residentes Ceutíes, Melillenses, Canarios y Baleares. Es esta una actitud enmarcada claramente en la mentalidad propia de los socialistas, esa por la que las bonificaciones al transporte son algo graciable y no una medida encaminada a la igualdad de condiciones de todos los españoles, residan en la Península o fuera de ella. Al Ministro en funciones no se le ha ocurrido vincular las líneas de alta velocidad o las carreteras con la renta de quienes las utilizan.
Señor Ministro, el barco o los medios aéreos son nuestras carreteras, son las vías por las que podemos ejercer nuestro derecho constitucional a la libre circulación por el territorio nacional. Restringir las bonificaciones seria vulnerar ese precepto constitucional que establece que ninguna autoridad puede adoptar medidas que directa o indirectamente obstaculicen esa libertad.
A pesar de la utilización demagógica de la cuestión de la renta, típica de la izquierda más rancia, al intentar presentarse como los defensores de los más desfavorecidos, lo cierto es que cualquier tipo de restricción a la libertad de circulación sobre la base de las bonificaciones al transporte siempre perjudicará a las clases medias y bajas.
Los que tienen una renta alta podrán seguir yendo a la Península a visitar a sus familiares, acudir al médico o pasar unos días de ocio, el resto lo tendremos más difícil.
Desde el Partido Popular de Ceuta reclamamos al gobierno socialista que asegure ese derecho a la libre circulación del que gozan el resto de españoles, que las bonificaciones son necesarias para procurar esa igualdad de trato que consagra nuestra Constitución, que son el reconocimiento de nuestro hecho singular. Señor Ministro, los ceutíes no somos esos ciudadanos de segunda ni tampoco los sospechosos habituales que algunos pretenden.