Las ceutíes que plantan cara a los tóxicos con aceites esenciales

"Hay que explicarlo, porque la gente no se lo cree, pero los aceites esenciales funcionan". Y la profesora de Ceuta, Beatriz Rodríguez, junto a su amiga Esther Luque, está dispuesta a demostrarlo este viernes 10 de marzo en un taller gratuito que impartirán desde un local de la calle Simoa a partir de las seis de la tarde.

Ellas, junto a otras tres ceutíes: Lavina Prem, Aitana Pérez y la 'instagramer' consolidada Eva Liljeström (@casasintoxicos), se han propuesto promulgar este "estilo de vida" libre de sustancias nocivas para la salud y sobremedicación.

El interés por las plantas de esta "crack" de las redes sociales, como la definen sus amigas, le viene de familia: "Fue gracias a mi padre, Antonio Díaz, farmacéutico en la Calle Velarde; ya que cuando era pequeña, me hablaba de propiedades antisépticas, fungicidas, virucidas y bactericidas de muchas de ellas", recuerda.

Lo suyo, confiesa, nunca fue la botánica, sin embargo, ya lleva 14 años sacándoles partido.

"Las mujeres llevamos al día una media de 70 tóxicos encima; yo ya no uso desodorante, pasta de dientes o crema facial, me lo hago todo yo misma", cuenta Rodríguez sobre los beneficios para el bolsillo de los extractos de plantas concentrados.

Pérez, que se convenció de la efectividad de estos líquidos tras curar una quemadura, abunda que con un pequeño bote tiene para "seis meses" de productos de limpieza, por ejemplo, por lo que a la larga "es una forma de ahorrar".

"Son beneficios para tu bienestar, el de tu familia, tus plantas y tus mascotas, pero también para el planeta, el saber que no estás contaminando con sustancias que pueden acabar en tu agua, tus alimentos, el aire que respiras...", detalla Liljeström, como licenciada en Ciencias Ambientales.

En este mundillo la alquimia es la clave y tal y como explica Rodríguez, existen centenares de fórmulas o "sinergias" que permiten crear desde alivios para las jaquecas o la congestión, esencias relajantes o tratamientos tópicos de toda índole.

Aun así, no rechaza la medicina y si a su hijo "hay que darle un jarabe pues se le da", pero sin pasarse. "Cuando realmente hace falta no está saturado de potingues y responde mejor", afirma.

La eficacia de la aromaterapia ya la tiene también más que comprobada con sus alumnos, a los que "despierta" al entrar en el aula con menta y cítricos y apacigua tras el recreo con lavanda. "Ellos mismos lo piden".

Ahora, junto a Lugue, quiere compartir un pedacito de la sabiduría de la que bromea como su "secta". "Vamos a enseñar fórmulas básicas con doce esencias, pero hay más de cien, así que el que quiera puede venir a entender cómo funcionan y qué se puede lograr con ellas", abunda sobre el contenido del taller.

Y es que, detalla su compañera más mediática, es importante saber "cómo usar los aceites esenciales de una forma segura para toda la familia", así como entender por qué es tan importante la calidad del producto que se va a usar.

Las plazas son limitadas, así que Rodríguez calcula que no podrán ser más de veinte debido al espacio, pero está dispuesta a repetir y facilita su teléfono (630 63 45 51) para futuros contactos.