Lucía Díaz Moreno, ceutí estudiante de cuarto de Periodismo en la Universià Degli Studi di Firenze (UNIFI), vive en Florencia desde septiembre y, pese a la alarma social sobre el coronavirus, pretende quedarse en la ciudad italiana hasta que acaban sus clases en julio.
La ceutí garantiza que en la ciudad italiana la gente está tranquila, aunque sí que ha notado que por las noches hay menos tránsito y que el tranvía está “más vacío en comparación con los días anteriores a la alarma”. Donde sí que se siente el miedo al virus desconocido es en farmacias y supermercados porque “las mascarillas y desinfectantes están totalmente agotados” y también faltan algunos alimentos porque, según su percepción, parece que la gente “ha comprado provisiones”. La incertidumbre existe pero la impresión de Lucía es que la histeria que se vive en España respecto a la realidad italiana está muy distorsionada.
La estudiante ha decidido quedarse en Florencia y acabar su Erasmus ahí y “no dejarse influenciar por las noticias” porque “la situación está tranquila, aunque haya visto a alguna persona con mascarilla”.
Respecto a otros estudiantes de Erasmus y amigos dice que “algunos están más nerviosos y otros más tranquilos. Los que se vuelven a España es por la influencia de sus familias, no por ellos mismos”. Desde la Universidad de Sevilla, donde cursa sus estudios en España, se han preocupado por ella y por los estudiantes que residen en Italia.
La US ha contactado con los alumnos, les envían información constantemente y, si hubiera un posible contagio, 0les han facilitado un teléfono para que, en el caso de que sientan síntomas del coronavirus, llamen a un médico que les asistirá en casa. Así, pretenden evitar los colapsos en los hospitales.
A día de hoy, en Florencia, se han encontrado cuatro casos de infectados por coronavirus, y uno de ellos en la Facultad de Arquitectura. Según Lucía, en la Universidad no hay alarmismo, las clases continúan y en el campus, por ahora, no ha visto a nadie con mascarilla. Además, cuenta que hace dos días hubo una reunión muy importante sobre qué medidas tomar en el campus universitario por el coronavirus y, finalmente, se decidió seguir con las clases y mandar un mensaje de calma.
Lucía también ha contado a El Faro que pasó el fin de semana en Venecia coincidiendo con la inauguración del Carnaval. La ceutí ha confesado que el domingo, durante el Vuelo del Águila, un evento muy importante de las fiestas en la Plaza de San Marco, la gente iba disfrazada con máscaras típicas venecianas y a la vez con mascarilla. Y que, de repente, la administración italiana confirmó dos casos de contagio de coronavirus. Asegura que “la alarma fue tan grande que la ciudad italiana se vio obligada a cancelar el multitudinario Carnaval”. “Por un momento me asusté, y creí que no podría volver a mi casa en Florencia, pero pronto llegó la calma y no tuve ningún problema en el viaje de vuelta. Eso sí, la situación era muy rara”, concluye.
El deseo de Lucía desde Florencia es mandar un mensaje de tranquilidad a toda la población. Asegura y que en todo momento la situación en Italia se está gestionando muy bien”.