La ceutí I.B. ha denunciado que el protocolo de recogida de animales vagabundos no se realiza como debiera a pesar del caso de rabia que se detectó en Ceuta la semana pasada. Esta ceutí ha expuesto lo ocurrido en San Antonio, en las escaleras donde se encuentra la ermita, en donde vio a un perro de la raza malinois “aparentemente vagabundo” y sin collar alguno. Ante esta situación y cumpliendo el protocolo que marcan las autoridades sanitarias, la vecina llamó al 112 para dar parte de la recogida de animales.
“Llamé sobre las 20:30 horas para advertir de la situación. Me cogió el teléfono una chica y me contestó que si presentaba algún síntoma de rabia. A simple vista parecía que no, y por eso le dije que no, y me indicaron que vendrían a recogerlo”, ha reflejado.
No se quiso alejar de la zona para poder indicar el lugar concreto y, para que el perro no se escapara, esta ciudadana le puso de comer. El animal “no paraba de mover el rabo”. Viendo que pasaba el tiempo, volvió a llamar, dos horas después, para poner una reclamación al 112 al no “haberse atendido la petición ahora que nos encontramos en esta situación”, sin concretar quién ha fallado. I.B. sin saber qué hacer decidió avisar a los vecinos más cercanos y gracias a uno de ellos descubrió que no se trataba de un “animal vagabundo”.
“Mi vecino me dijo que le sonaba mucho el perro, y se acordó que la Protectora de Animales había denunciado el lunes la desaparición de un perro con las mismas características en el Sarchal. Decidimos ponernos en contacto con ellos, y afortunadamente su dueño puedo venir a por él y llevárselo”, ha afirmado.
Esta historia acabó con final feliz, pero lo ha querido denunciar porque de haber sido un perro abandonado y con rabia, no hubieran hecho nada al respecto.
Si funcionara el protocolo no habria ni un gato por las calles