Cuatro años y 1 mes de prisión. Esa es la condena impuesta a un vecino de Ceuta que el pasado 14 de septiembre fue detenido por la Guardia Civil con casi 100 kilos de hachís escondidos en el vehículo que conducía.
Preso preventivo desde entonces, ahora se enfrenta al cumplimiento de una pena de cárcel tras reconocer su implicación en un delito contra la salud pública con la agravante de notoria importancia.
Ante la titular del Juzgado de lo Penal número 1, el llamado M.G.S. escuchó la pena impuesta por conformidad, así como la negativa a una posible suspensión de la misma.
A este ceutí lo detuvo la Guardia Civil cuando pretendía el embarque con destino a Algeciras a primera hora de ese 14 de septiembre. Al infundir sospechas entre los agentes se procedió al registro del vehículo que conducía, un auténtico amasijo de hierros transformado en patera de la droga.
Del puerto a la cárcel en cuestión de horas
Repartidos entre los faldones del coche estaba la narcótica sustancia, toda separada en distintos bloques y preparada para su introducción en el mercado peninsular.
M.G.S. fue arrestado por un delito contra la salud pública, ingresando en la cárcel de Mendizábal a las pocas horas de verse ya privado de libertad en los calabozos de la Compañía Fiscal.
Prácticamente un mes después ha reconocido la comisión de esa acción delictiva aceptando la pena impuesta tras un acuerdo entre la Defensa y la representante del Ministerio Público.
Lo que nunca se sabrá
Se ha ordenado además la destrucción del hachís, la imposición de una multa y la intervención del vehículo usado para la comisión del pase, por ser un elemento indispensable para cometer ese delito.
Dictada la condena, queda por conocer la historia a la que no se ha llegado: la de la implicación de otras personas en la preparación de este tráfico de drogas que terminó frustrado.