El portavoz de
Ceuta Ya! en la Asamblea, Mohamed Mustafa, aprovechará el último Debate sobre el Estado de la Ciudad de la legislatura, el que se celebrará el martes de la próxima semana en el
Palacio autonómico, para instar al
Ejecutivo local a “abrir formalmente un Espacio de Debate sobre la Ceuta del Futuro en el que, a través de la participación ordenada de toda la ciudadanía, entidades representativas y asociaciones; y utilizando todos los medios disponibles, seamos capaces de alcanzar un consenso sobre el modelo de ciudad en el que queremos vivir”. Los localistas opinan que la iniciativa es ahora más oportuna que nunca porque “la resolución del grave conflicto diplomático entre España y
Marruecos, que nos ha mantenido en vilo durante el último año, incluyendo los lamentables sucesos de mayo de 2021, ha propiciado un radical e inesperado cambio de escenario”. “A pesar de que aún es prematuro valorar en toda su dimensión sus repercusiones, pues no en vano existen importantes incógnitas por despejar e incertidumbres por desvelar; lo que parece una evidencia es que este nuevo periodo de ‘buena vecindad’ para el que se anuncia un marco de relaciones fluidas abre una oportunidad para el desarrollo de nuestra ciudad”, considera el diputado, cuya formación siempre ha abogado por buscar “una buena relación con Marruecos que no es incompatible, sino complementaria, con la defensa a ultranza de nuestra españolidad”. Desde el punto de vista de Ceuta Ya! es preciso tener muy presente “que este no es un punto de llegada, sino de partida”. “Lo que en realidad debería preocuparnos en lo inmediato es cómo queremos los ceutíes que sea la Ceuta del futuro”, advierte Mustafa, que recalca que “somos conscientes de que el resultado final será consecuencia de un conjunto de decisiones de enorme calado y complejidad que quedan fuera de nuestro margen de actuación, incluyendo las de instituciones supranacionales; pero esto no puede ser óbice para que nos inhibamos de nuestra responsabilidad histórica”.
“Horizonte de esperanza”
“Ceuta tiene la obligación de definir el modelo de ciudad que quiere ser y la obligación histórica de exponerlo, reivindicarlo y lucharlo más allá de cual sea el resultado final”, considera el localista, que además subraya que “este anhelado modelo de ciudad deber ser fruto de un consenso entre toda la ciudadanía y la conclusión de un debate riguroso, abierto, participativo y sincero que, partiendo de un análisis introspectivo, se proyecte hacia un horizonte de esperanza en el que seamos capaces de recuperar el orgullo de sentirnos ceutíes”. A su juicio “no se trata de elaborar un catálogo de medidas, una relación de inversiones, o una serie de actuaciones administrativas, que ya tienen otro ámbito de elaboración, sino de definir nuestra personalidad como sujeto colectivo, de concretar cómo queremos vivir”.