Ceuta vuelve a la Edad Media y después de dos años, en los que la pandemia de la Covid-19 ha hecho de las suyas, este Mercado Medieval vuelve a engalanar el Patio de Armas de las Murallas Reales. Para comenzar por todo lo alto, y como manda la tradición, se ha disfrutado de un pasacalles por una de las arterias principales de la ciudad autónoma. Un desfile en el que se han visto gigantes, a una encantadora de dragones, a Medusa y también a malabaristas.
El Paseo del Revellín se ha llenado de curiosos. El tiempo ha acompañado y más siendo víspera del fin de semana. La gente ha hecho el recorrido hasta las Murallas, donde finalizaba este espectáculo. Pero esto no ha quedado aquí, sino que esta festividad acaba de comenzar. Desplegados por todo el recinto, más de 60 puestos ofrecen sus mejores galas. Por ejemplo, algunos surten de amuletos, mientras que otros se convierten en un taller de alfarería, donde los mas pequeños tienen la oportunidad de hacer su vasija personalizada.
Por otro lado, están los que debutan. Como, por ejemplo, Rufo. “Me dedico a hacer pulseras de cuero, acero, productos de la India y alguna que otra piedra con simbología celta”. Para él es toda una sorpresa llegar a Ceuta, puesto que frecuenta más el norte de Península. Él espera hacer buena caja en estos tres días de Feria.
Al igual que se ofrecen productos artesanales, también está ese lado gastronómico. Carnes a la brasa, pescado frito, baguettes o quesos de muchas variedades. Alimentos para todos los paladares y dulces como el piñonate o las tartas.
Comer es el verbo perfecto para esta celebración, pero igualmente cabe la diversión. Las funciones con fuego, acrobacias o pequeñas piezas de teatro para los niños y niñas, también se encontrarán en las Murallas Reales durante estos días. Por otro lado, cabe destacar una serie de atracciones que se han traído. Sin duda, la diversión está más que servida con esta cita tan esperada por todos en la ciudad autónoma.