Este artículo se publicó en El Faro de Ceuta en febrero de 2005, hace 17 años y refleja la necesidad de contar con paquetes turísticos que contemplen las posibilidades de la ciudad y a un precio razonable y competitivo que comprenda hotel en su caso, visita a la ciudad, transporte e incluso un bono de descuento en las compras que podrían aportar los empresarios. Nada de bonificaciones a las navieras del citado transporte, sino al conjunto de actividades con gestión de las infrautilizadas agencias de viaje locales. Y desde luego debía contemplarse el caso del turista que quiera venir con su coche u ofrecer un abono para el aparcamiento en Algeciras. Y esto demuestra que no todas las posibilidades están en Marruecos.
El estudioso de temas turísticos puede extrañarse al comprobar que entran en Ceuta un millón doscientos mil pasajeros y pernoctan solamente ciento cincuenta y nueve mil de ellos. Por tanto, más de un millón se detienen en la ciudad sólo unas horas.
Por tanto, podemos concluir que sólo pocos de los viajeros que recibe Ceuta, pernoctan en sus hoteles y otros muchos de difícil cuantificación, regresan en el día a sus lugares de origen.
No cabe duda, que dos aspectos llaman la atención en una ciudad con los atractivos turísticos que tiene Ceuta: uno, el bajo índice de pernoctaciones, respecto a los viajeros recibidos y otro, la escasa capacidad para fijar al turista en la ciudad.
De Europa a África sin salir de España
En menos de una hora, los modernos ferrys de tres compañías diferentes sitúan al viajero con su vehículo, si lo trae, en Ceuta. Ya ha pasado el tiempo en que los barcos estaban descuidados, resultaban incómodos y además salían y llegaban a estaciones marítimas bastante mal dotadas.
En la actualidad, los buques que hacen el trayecto de ida y vuelta a la ciudad española, realizan la travesía en unos cuarenta y cinco minutos y, transportando vehículos y pasajeros, ofrecen altos grados de comodidad, con una clase club dotada para los más exigentes.
Las estaciones marítimas de Ceuta y Algeciras son igualmente funcionales, cuidadas y bien provistas de servicios generales e información, lo que facilita enormemente las llegadas y salidas de turistas y vehículos. Otra cosa son los precios y las incidencias por mal tiempo o tráfico excesivo.
Por otra parte, la singladura se realiza por un mar cargado de significados mitológicos y mágicos. Se trata de cruzar de un continente, Europa, a otro diferente, África, sin salir de España y atravesando frente a Calpe, en un lado, para llegar poco tiempo después junto a la otra columna de Hércules.
Ya en Ceuta, un breve paseo en coche en dirección sur y a menos de diez minutos de camino aparece la frontera con Marruecos. En otros tiempos nido de conflictos, la Aduana española y el puesto fronterizo marroquí se enfrentan pacíficamente, sólo separados por el puente internacional. Un tránsito constante demuestra la vitalidad de las relaciones comerciales entre el territorio franco de Ceuta y su hinterland marroquí.
La ciudad se abre así al visitante ofreciendo sus peculiaridades que resultan tan habituales para los ceutíes como sorprendentes para los viajeros. En unos veinte kilómetros cuadrados conviven cuatro culturas, cuatro etnias diferentes, desde la mayoría cristiana a las minorías judía o hindú, pasando por la población musulmana, la más pujante demográficamente. En términos generales, la armonía reina en el pequeño territorio y el visitante puede admirar templos cristianos, mezquitas, una sinagoga y las peculiares formas de cultos de los hindúes. Igualmente existen cementerios diferenciados para las cuatro confesiones, dentro del perímetro de la ciudad.
La especialización de una ciudad distinta
Con un pasado militar evidente, Ceuta se esfuerza sin embargo por olvidarlo. Los tímidos ensayos de divulgación turística hablaron de playas, del Parque Marítimo de César Manrique, de paisajes o de la cercanía de Marruecos. Pero con frecuencia se intenta ignorar que Ceuta ha sido y sigue siendo una plaza muy destacada en el aspecto castrense y existe una extensa historia en este aspecto. No sólo empezó en su territorio la Guerra contra Marruecos de 1859, sino que un monumento a sus muertos preside la plaza principal. Unidades de elite del Ejército, de larga tradición en el norte de África, como los Regulares o la Legión, siguen custodiando la ciudad.
Por otro lado, el perímetro del limitado territorio, continúa jalonado de fuertes y reductos con larga tradición e interesante historia que significan importantes ejemplos de la Ingeniería militar. Las Murallas Reales y el foso que es navegable en su totalidad, aportan a ese pasado militar unas instalaciones de primera fila. Y todo presidido por la fortaleza del Hacho, donde empieza y termina Ceuta, ofreciendo lo que puede ser otro atractivo turístico innegable. Se trata del presidio que estuvo instalado en la magnífica fortaleza e influyó poderosamente en la vida ciudadana local.
Pocas ciudades podrán ofrecer en el aspecto militar cuarteles históricos, soldados diferentes a los del resto de España, museos castrenses de indudable interés, fuertes, reductos, fortalezas, fosos, murallas portuguesas o árabes, galerías subterráneas.....
No cabe duda, que las ciudades deben especializarse en el aspecto turístico: unas ofrecerán arte románico, otras playas, una tercera arquitectura gótica. Ceuta presenta varias posibilidades en este aspecto y una de ellas es la de ser una histórica plaza fuerte con un rico pasado militar.
Por otro lado, el turista que viaja a una ciudad africana como Ceuta, espera a veces sumergirse con el mundo musulmán y sus posibilidades turísticas diferentes. Pero se encuentra con una villa típicamente española como cualquier otra de Andalucía. La presencia musulmana se limita a algunas mezquitas y a los vestigios existentes de las antiguas murallas merinidas. En realidad, en Ceuta existe una numerosa población de religión musulmana y lengua árabe, pero esta todavía no mantiene una presencia activa en el sector turístico.
Dado que más del 30% de los ceutíes son musulmanes, no cabe duda que podría existir una oferta turística como exposición de sus costumbres. Pero esto se encuentra por descubrir. Los musulmanes de Ceuta están dedicados mayoritariamente al comercio y muy pocos han descubierto las posibilidades del sector turístico. Sólo algunos restaurantes de gastronomía marroquí con gran éxito y pequeñas tiendas de objetos típicos, se muestran como la excepción de una regla general que es no invertir en turismo.
Sin embargo, el día en que la población musulmana de Ceuta descubra las posibilidades del sector turístico, la ciudad española puede convertirse en una competencia importante para el norte marroquí, ya que el turista que viene de la Península no tendría necesidad de cruzar la difícil frontera de Bab Sebta para encontrarse con una muestra de calidad de las costumbres y los atractivos turísticos del mundo árabe. Y todo ello sin salir de España, simplemente dejando actuar a los ciudadanos españoles de Ceuta que profesan la religión musulmana.
Y ésta puede ser la segunda especialización de Ceuta: una ciudad que muestra su pasado militar y expone una muestra de lo que son las costumbres musulmanas, pero adaptadas al gusto europeo y sin complicadas trabas fronterizas.
Las otras potencialidades de Ceuta
Pero esta ciudad española y africana es mucho más. Como territorio franco, sus tiendas siguen ofreciendo productos de todos los países del mundo a precios muy atractivos. En su moderno y variado comercio, el turista encuentra un gigantesco duty free, donde se ofrecen bebidas, joyas, electrónica, perfumes, alimentación, ropa, artesanía junto a un sinfín de productos cuidadosamente elegidos y a precios muy ventajosos. En Ceuta, como es sabido, no existen aranceles de aduanas ni se aplica el IVA, lo que supone un ahorro importante a la hora de comprar.
La ciudad ofrece igualmente paisajes únicos. Ceuta es una pequeña península que arranca desde Marruecos y termina mirando al Mediterráneo. La lengua de tierra es a veces tan estrecha que de un lado se puede ver el mar al otro extremo. Y después siete colinas acogen las construcciones existentes. Desde los dos montes que dominan la villa, García Aldave por la parte fronteriza y el Hacho del lado del mar, las vistas son increíbles y se ofrecen al viajero desde sendos miradores en cada uno de dichos montes.
Ese mar es otro de los protagonistas de la ciudad. Está por todas partes. Incluso, a través del foso navegable de las Murallas Reales, divide la península en dos, convirtiéndola en una isla artificial. Por eso Ceuta es marinera y ofrece en el abrigo de su gran puerto comercial, unas magníficas instalaciones deportivas para yates y otros barcos de recreo, que serán ampliadas próximamente.
Ese carácter marítimo lo entendió perfectamente César Manrique, el malogrado artista canario, que concibió y llevó a cabo en Ceuta un Parque Marítimo que conjuga admirablemente la presencia del Mediterráneo con la historia de la ciudad y su necesidad de ofrecer instalaciones turísticas de primer nivel. Así, los jardines y lagos concebidos por César Manrique se han convertido en una de las principales posibilidades para atender a un turismo de calidad. Para ello, el conjunto se ha dotado de restaurantes, entretenimientos y un Casino de juego instalado en el castillo central, de gran belleza.
Reacciones: A modo de conclusión
Ceuta es una ciudad que cuenta con grandes posibilidades turísticas en una época en la que el público pide ofertas diferentes pero a precios razonables. Sin embargo, escasas inversiones se han realizado en este sector porque los empresarios locales están dedicados mayoritariamente al comercio y, desde las administraciones públicas, no se apoyaron hasta ahora las citadas inversiones, propiciando paquetes turísticos a precios competitivos.
Pero no cabe duda que cualquier intervención en el turismo de Ceuta puede proporcionar dividendos importantes. Ya hemos estudiado las dos especializaciones que puede ofrecer la ciudad: su historia e instalaciones militares y una muestra de lo que pueden ser los atractivos turísticos del mundo musulmán y todo ello sin salir de España y de la Unión Europea.
Por último, Ceuta ofrece una serie de ofertas turísticas importantes que puede complementar un panorama diferenciado. Se trata de la riqueza de su paisaje, del comercio de un territorio franco, de la presencia continua del mar, de las instalaciones de calidad y por último y no menos importante, de la hospitalidad de sus habitantes. Todo ello confiere a Ceuta una posibilidades turísticas que sólo esperan a los operadores con imaginación que las pongan en marcha.
Porque no buscan clientes entre los amantes de las sensaciones fuertes? No se , organizar un Ceuta,s incendios tour o algo así, o Ceuta,s apedreamientos tour también estaría bien