Ceuta supera ya la barrera del medio millar de inmigrantes, contabilizando los que a fecha de hoy se encuentran en el CETI y los que pernoctan en el exterior, ocupando alguna de las chabolas desperdigadas por el Jaral.
El pico concreto de 512 inmigrantes representa uno de los más elevados de los últimos años tras la normalización en el nivel de entradas. De ellos, 472 se encuentran acogidos en el centro de estancia temporal: 416 son subsaharianos y el resto argelinos salvo nueve que pertenecen a nacionalidades distintas. Los demás no están controlados por la dirección del centro ya que, por propia voluntad, han decidido rechazar el ingreso.
Según confirma la Delegación del Gobierno, la tónica en materia migratoria es de normalidad y el incremento registrado se ha producido por las entradas en balsas neumáticas. No es la impresión que tienen las fuerzas de seguridad que temen que si hoy se habla de 512 en unos meses la cifra sea mayor.
Lo que está claro es que el comportamiento de los inmigrantes ha cambiado tras ser conocedores de la nula presión que lleva a cabo Marruecos, con lo que no encuentran veto alguno en sus intentos de entrada.
La situación cobra tintes esperpénticos ya que incluso patrullas de la Guardia Civil terminan convirtiéndose en ‘taxistas’ improvisados. Ya les ha ocurrido a varios agentes enfrentarse a situaciones en las que se topan en plena carretera con inmigrantes que han entrado a nado y que cuando ven a los agentes ellos mismos llaman la atención para que les trasladen al campamento. “Estamos como en los viejos tiempos”, indica un agente de la Benemérita. Unos viejos tiempos como los que pasaban los conductores de Cruz Roja que tenían que trasladar a inmigrantes desde Calamocarro al centro por supuestas emergencias que luego no lo eran.
La última entrada de inmigrantes en balsa se produjo el pasado fin de semana aunque al tratarse de inmigrantes marroquíes se procedió a su expulsión a Marruecos nada más practicarse el rescate.
Un argelino se oculta en el baño de una caravana
La Guardia Civil de Ceuta ha localizado a un inmigrante, de nacionalidad argelina, que se encontraba oculto en el cuarto de baño de una furgoneta autocaravana, donde se había escondido para pasar inadvertido en los controles policiales y llegar al puerto de Algeciras (Cádiz). Según ha informado la Delegación del Gobierno, la operación se ha producido en el control de embarque de vehículos del puerto ceutí cuando los agentes del Instituto Armado procedieron a inspeccionar la furgoneta. En el interior del vehículo, concretamente en el cuarto de baño de la autocaravana, los agentes hallaron al inmigrante argelino, que pretendía cruzar el Estrecho. El conductor del turismo, identificado como A.A., de 57 años, nacido en Suiza y domiciliado en Génova, ha sido detenido como presunto autor de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, siendo puesto a disposición de Juzgado de Primera Instancia. El inmigrante argelino, de 19 años, tenía residencia en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), tras haber entrado ilegalmente en la ciudad.