Ceuta se ‘rompe’... (de mentira) - Ejercicio Anubis, en imágenes

Primero lo estabilizaron para, después, proceder a la rotura de la carrocería por la parte posterior del vehículo y sacar, tras mucho esfuerzo, a unos ‘muertos’ que en este caso eran muñecos.

A las 08.30 horas se daba aviso de varias personas con problemas en aguas y proximidades del pantano del Renegado. Una actuación hasta la que se desplazaba el cuerpo de bomberos de la UME para proceder al salvamento vertical de la persona más afectada. Una maniobra bastante peligrosa dada la altitud del lugar y que el hombre se encontraba inconsciente. Tres víctimas estaban en el agua, otros dos en la pasarela, dos heridos más y otros dos últimos atrapados.

‘Xena’, como la princesa, fue la perra de la UME encargada de localizar el cuerpo sin vida de la única víctima mortal que se registró en el hipotético derrumbamiento de un gran edificio de hormigón. Antes, los efectivos del Cuerpo de Bomberos ya habían comenzado la localización y rescate bajo los escombros de otras cinco personas que, desesperadas, pedían auxilio una y otra vez. Cruz Roja, 061 y otros integrantes de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado colaboraron en la operación de rescate.

Desde las 08.00 y hasta las 18.00 horas los bajos de La Marina fueron el eje central de todo el ejercicio de adiestramiento. Entre estos servicios estaba el Puesto Médico Avanzado, con integrantes de todos los organismos involucrados, así como el punto de trabajo de las consejerías de Sanidad, Asuntos Sociales y Fomento, cuyos técnicos participaron en la actividad prestando apoyo sanitario, psicosocial y de evaluación de daños de edificios.

El Cuerpo de Bomberos llegaba a los pocos minutos al lugar de los hechos. En un primer momento reinaba la confusión. Demasiados heridos, muchos gritos de auxilio. ¿Por dónde empezar a trabajar? Había que, en primer lugar, valorar el estado de cada uno para atender a los más graves. Pero... ¿y el autobús? Para algunos el simulacro fue tan real que, cuando camino de Benzú toparon, a la altura que se les había indicado, con varios heridos tendidos en el suelo más de uno dudaba. “Oye, pero que en el aviso nos han hablado de un autobús, y aquí no hay ningún autobús, ¿y si hay preparado algo más adelante y esto no es para nosotros?”, se preguntaba uno de los efectivos del Cuerpo de Bomberos.
Y no hacía mal en dudar, pues para que el simulacro fuera lo más real posible los profesionales que debían actuar desconocían por completo el alcance de cada suceso y hasta qué punto iban a tener que emplearse. Rápidamente un responsable de la UME le sacaba de su duda: lo del autobús era algo simulado. No había que excarcelar, como había ocurrido en Benzú, a ningún pasajero. Todos, víctimas físicas pero también psicológicas del suceso, estaban en el lugar y eran ellos a quienes había que atender. Incluso, en el agua, un hombre se ayudaba de una roca para salvar la vida. No sabía nadar y se le hacía impensable llegar a la orilla, así que la embarcación de la UME tuvo que encargarse de él. Esta fue una intervención con un alto número de víctimas a las que atender, de carácter muy diverso. Fundamental valorar y priorizar bien antes de ponerse manos a la obra.

A última hora de la mañana se recibía noticia de que, junto al búnker de la Tortuga, un hombre había quedado atrapado en el interior de su casa de planta baja tras el derrumbe de la misma. El único acceso posible es el techo. De todo esto informa la UME a los bomberos de la Ciudad, que son los encargados de realizar durante varios minutos un butrón por la parte superior y, ayudándose de una camilla habitualmente usada por los espeleólogos, sacar de forma vertical al herido totalmente inmovilizado.

Quizás una de las pruebas más complicadas de las planteadas ayer fuese la que ponía a prueba a los equipos de respiración autónoma y de rescate de la UME que, con el uso de humo ficticio, introdujeron a cuatro de sus miembros en el interior del búnker de la Tortuga hasta lograr localizar a dos operarios que estaban dentro cuando el terremoto produjo el hundimiento de la galería y un incendio interior.

El Pelotón de Rescate debe atender un aviso sin demasiados datos. Ha habido un derrumbamiento, pero se desconoce el número de víctimas y el estado de las mismas. Una vez en el lugar se encuentran con la necesidad de hacer rescates verticales, excarcelaciones en una vivienda y prestar atención sanitaria a los heridos. Siempre con la inestimable ayuda de ‘Apol’ y ‘Romeo’, sus perros.

Sobre el mediodía la consejera de Gobernación, Presidencia y Empleo, Yolanda Bel, visitaba el Parque Periurbano Juan Carlos I para conocer de primera mano el desarrollo del simulacro. Le acompañaba el máximo responsable de Protección Civil, Alejandro Vargas-Machuca, y un alto representante de la UME, el comandante Expósito. Asimismo, en el lugar se reunieron en ese momento los responsables de diversos servicios como el 112, Parque Móvil o el Cuerpo de Bomberos. También el consejero de Sanidad, Abdelhakim Abdeselam, y otras caras conocidas. “Los resultados que se están viendo están siendo muy positivos y óptimos, así que tengo que agradecer el buen hacer y la coordinación entre todos los Cuerpos y Administraciones, tanto de la Ciudad, la Delegación del Gobierno, el estamento militar y otras instituciones como Cruz Roja o los voluntarios de protección civil que colaboran de manera muy estrecha en este ejercicio”, aseguró Bel.
La consejera, que resaltó la importancia de las líneas de comunicación para la realización del simulacro, recorrió los diferentes puestos desde los cuales se coordinaron las incidencias a lo largo de la jornada. “Agradezco, también, a los ciudadanos de Ceuta su colaboración y la sobresaliente actuación de los servicios intervinientes”, indicó antes de alabar la coordinación de Protección Civil y la UME.{galerias local="20130503_14_15_16_17" titulo="Ejercicio Anubis, en imágenes"/}