Jornada de homenajes la vivida este martes 2 de noviembre en Ceuta, con motivo del Día de los Difuntos. Autoridades civiles y militares, así como un buen número de ciudadanos anónimos de diferentes ámbitos, acudieron a la Iglesia Catedral para participar de la misa de las 12, organizada por la Ciudad Autónoma con motivo del día dedicado a los que ya no están. Una eucarística que habitualmente se celebra en el cementerio de Santa Catalina, pero que este año se trasladó a este templo religioso debido al mal tiempo.
La misa fue oficiada por el vicario general de Ceuta, Francisco Fernández Alcedo y contó con el acompañamiento musical de un cuarteto de viola, violín, clarinete y órgano, formado por profesores del conservatorio de la ciudad, que interpretaron piezas como el Ave María de Schubert.
A la eucaristía no faltó el presidente de Ceuta, Juan Vivas, quien presidió la ceremonia junto a otros miembros del Gobierno como el consejero de Sanidad, Consumo y Gobernación, Alberto Gaitán, o el consejero de Educación y Cultura, Carlos Rontomé, entre otras autoridades civiles y militares.
Al finalizar el acto, el homenaje continuó en el cementerio de Santa Catalina, donde se realizó un emotivo recorrido por distintos mausoleos y panteones. Bajo la lluvia, el sequito hizo parada ante los descansados represaliados durante la Guerra Civil, las víctimas del bombardeo en el mercado durante la misma contienda, los caídos en la Guerra de África y ante el que fuese alcalde republicano de la ciudad de Ceuta, Antonio López Sánchez- Prado, fusilado en septiembre de 1936.
Las adversas condiciones meteorológicas de la jornada, así como la falta de público al acto, aportaron al acto una extrema solemnidad, respirándose en todo el campo santo un halo de respeto por los difuntos que, en silencio, cubría los mausoleos a modo de homenaje.