Ayer estuve con mi mujer y mis hijos Alejandro y Sofía contemplando el atardecer desde el mirador de San Antonio. Tenía ganas de observar la caída del sol para comprobar una teoría que acudió a mi mente el otro día.
Cada vez que tengo la oportunidad de hacerlo salgo por la tarde a contemplar el ocaso del sol. Esta costumbre me ha permitido observar la cambiante posición del sol en los atardeceres ceutíes. Siempre lo hago tomando como referencia la figura del Atlante dormido, que es la montaña que delimita a Ceuta por el oeste.
En el día del solsticio de verano el sol alcanza su posición más septentrional para acto seguido deshacer su camino y subir, como una pesada piedra, sobre el cuerpo del Atlante hasta llegar a la cima del Yebel Musa en el solsticio de invierno. A partir de este día comienza a rodar de nuevo hacia el norte hasta pararse el día de comienzo del verano. Cuando me di cuenta de este hecho me acorde del mito de Sísifo.
Así, Hades quedó como prisionero en casa de Sísifo durante unos días. Esta situación provocó una situación imposible, porque nadie podía morir. Es de suponer que estos días en los que Hades abandonó su puesto no pudieron abrirse las puertas de inframundo situadas en el Estrecho de Gibraltar por las que cada noche entra Apolo conduciendo el carro solar. Estos días corresponderían a las jornadas próximas al solsticio de verano, que es el momento en el que los días son más largos y las noches más cortas. No fue hasta que Ares acudió a liberar de su cautiverio a Hades cuando las puertas del infierno se abrieron de nuevo y los días comenzaron a ser más cortos.
“Iba a fuerza de brazos moviendo un peñón monstruoso y, apoyándose en manos y pies, empujaba su carga hasta la cima de un monte; más luego, llegado ya a este punto de dejarlo en la cumbre, la echaba hacia atrás su gran peso; dando vueltas la impúdica piedra, llegaba hasta el llano y él tornaba a empujarla con todas sus fuerzas. Caía el sudor de sus miembros y el polvo envolvía su cabeza” (Odisea, Canto XI, 595-600).
"Siempre que observo los atardeceres ceutíes, lo hago tomando como referencia la figura del Atlante dormido, que es la montaña que delimita a Ceuta por el oeste"
Según Robert Graves, “la piedra de Sísifo era originalmente un disco solar, y la colina por la que rodaba es la bóveda celeste, lo que constituía una imagen bastante familiar”.
Desde mi punto de vista, existen motivos para pensar que la montaña por la que Sísifo rueda su piedra o disco solar es el Yebel Musa, o lo que es lo mismo, el propio cuerpo tendido de su suegro el Atlante. Todos los años, en el día del solsticio de verano recoge su piedra de la misma puerta de Hades situadas en el Estrecho de Gibraltar y comienza a subirla por el perfil del Atlante hasta que consigue situarla en la cima del Yebel Musa en el día del solsticio de invierno. Ese día la piedra comienza su descenso hacia el mar en un ciclo interminable a la vista de todas aquellas personas observadoras.
La vinculación del Atlante y Sísifo es clara. Este último, como comentamos al principio de este escrito, se casó con Mérope una de las siete hermanas que forman la Pléyades. También guarda una estrecha relación con Hades, al que consiguió engañar y mantener preso varios días y que se vengó de él obligándole a subir el disco solar sobre el cuerpo del Atlante y haciéndole sufrir viendo cómo su trabajo resulta infructuoso año tras año.
El Ejército de Tierra no ha querido pasar por alto la heroica acción de tres…
Un grupo de profesores interinos de Ceuta se ha pronunciado este domingo tras las recientes…
La magia de la Navidad ha llegado a Ceuta de la mano de Papá Noel…
La Asociación de Vecinos de Parques de Ceuta ha recibido con alegría y entusiasmo la visita, en su…
Los campos del Príncipe Tuhami Al Lal y Aiman Aomar de Ceuta han acogido este…
Ya lo dijo Don Miguel de Cervantes, en su famosa obra “Don Quijote de la…