Llevo viviendo en esta maravillosa ciudad cuarenta y ocho años, nunca había sufrido una situación como la acontecida en estos dos últimos días, que al margen de la grave alteración de la convivencia y de la vida de todos, ha puesto de manifiesto la debilidad y vulnerabilidad de nuestra ciudad. Han sido ocho o diez mil inmigrantes, podían haber sido veinte mil los que hubieran invadido nuestro territorio y nuestra respuesta hubiera sido la misma, ninguna, falta de medios técnicos y humanos, falta de previsión, ausencia total de control sobre la frontera con Marruecos y todos pero sobretodo los responsables políticos deben aprender de lo sucedido en Ceuta en estos dos días y de manera urgente no dejar en manos del vecino país que volvamos a vivir estos hechos que han dado la vuelta al mundo.
Nuestras relaciones con Marruecos han de ser de buena vecindad y la diplomacia ha de hacer bien su trabajo y dejarse de chapuzas. Marruecos nos ha lanzado un órgado y nos ha demostrado lo frágiles que somos.
Pandemia, crisis económica, paro......y ahora esta invasión ¿que nos falta?.
No quiero responsabilizar a nadie de esta gravísima experiencia vivida por los ceutíes, pero si que saquemos conclusiones y se adopten las medidas necesarias para que nunca más suframos lo que hemos vivido.
Mi reconocimiento a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, Unidades Militares, Cruz Roja, Sanitarios, Protección Civil y todos aquellos que han duplicado sus esfuerzos, incluidos políticos, para paliar los efectos de esta barbarie y a todos los ciudadanos gracias.