El Gobierno autonómico tiene previsto invertir tres millones de euros aproximadamente en las
ayudas directas destinadas a las pequeñas y medianas empresas y a los autónomos de nuestra ciudad.
El mismo presidente Vivas ya señaló recientemente que estaba dispuesto a reprogramar los presupuestos de la Ciudad para este año con la intención de que ningún ceutí pasara necesidades después de la crisis del
coronavirus ni que tampoco ninguna empresa pueda pasar dificultades derivadas de este tiempo de cierre obligado y que no les permite ningún ingreso, pero se mantienen todos los gastos.
Para que por parte del equipo de gobierno se puedan aprobar esas ayudas y que las mismas sean solicitadas por los afectados se necesita, en primer lugar, que no exista ningún problema añadido por parte de las instituciones europeas. Por ello, ahora mismo, los técnicos de la Consejería de Hacienda, Economía y Administración Pública están preparando toda la documentación que debe ser remitida para contar con el visto bueno definitivo. Obstáculo
Si este obstáculo pudiera ser resuelto ya llegará el momento en que se publicara por parte del Gobierno la normativa que permita la solicitud de esas ayudas que serían directas.
Es un apoyo al margen de la moratoria fiscal acordada la semana pasada para ayudar a esa parte del tejido productivo a hacer frente al pago de sus gastos fijos estructurales y obligaciones vinculadas a la actividad (hipotecas, alquileres, suministros) durante el tiempo de inactividad y falta de ingresos generado por la crisis del coronavirus.
Serían ayudas a fondo perdido para los alrededor de 3.500 autónomos locales con el fin de paliar las consecuencias económicas. Dichos apoyos se conciben con el objetivo de que esa parte del tejido productivo pueda hacer frente al pago de sus gastos fijos estructurales como una posible salida a la crisis derivada de la pandemia sin derivar en la destrucción de más empleos.
El Ejecutivo local está, en cualquier caso, dispuesto a aprovechar las posibilidades legales “al máximo” siempre y cuando los informes técnicos avalen esa voluntad de respaldar a los autónomos.
El presidente de la Ciudad ha dejado claro que está dispuesto a darle "la vuelta como un calcetín" al Presupuesto de la Administración para 2020 con tal de atender las prioridades señaladas: combatir y vencer al coronavirus; asegurar el pago de las nóminas y el resto de compromisos de la institución; y evitar que parte de la ciudadanía vea descubiertas sus necesidades básicas por "lo más gordo a lo que nos hemos tenido que enfrentar".
Este punto era una de las reivindicaciones que realizaban las propias asociaciones. Las tres asociaciones de autónomos más representativas a nivel nacional, ATA, UATAE y UPTA, advirtieron a las Administraciones de la necesidad de “dotar de liquidez a todos los sectores de autónomos y establecer mecanismos de flexibilidad para el pago de obligaciones vinculadas a la actividad (hipotecas, alquileres, suministros) durante el tiempo de inactividad y falta de ingresos”.
Entre sus reivindicaciones prioritarias está que todos tengan derecho a la prestación por cese de actividad y que el reconocimiento sea automático para quienes se vean obligados al cierre de sus negocios y abandono de su actividad ya sea por las decisiones adoptadas o por la falta de actividad, así como para aquellos que deban permanecer en sus domicilios para el cuidado de hijos y/o dependientes.
También, para los obligados a abandonar su actividad por cuidado de hijos o dependientes, una bonificación del 100% de la cuota de Seguridad Social y para aquellos infectados o en cuarentena y por tanto en situación de baja asimilada, idéntica compensación “desde el primer día”.
Son, por supuesto, reivindicaciones a nivel nacional, pero en Ceuta con un añadido más como se ha manifestado en varias ocasiones por parte del Gobierno autonómico como es que llevamos en la espalda la crisis provocada por Marruecos. Es decir, no nos olvidemos de que para el mes de septiembre un 40% de la actividad comercial de nuestra ciudad se ha reducido debido al corte del comercio atípico por parte de las autoridades marroquíes.