Por su antigüedad o porque son especies únicas en Ceuta. A eso se refiere la clasificación de árboles centenarios o árboles singulares, tesoros de la naturaleza que merecen cuidados especiales.
Pepe Navarrete, miembro de la Sociedad de Estudios Ornitológicos de Ceuta, quien hace ya algunos años estuvo a cargo de hacer un catálogo de estos árboles en Ceuta para la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente, con la asesoría de Ricardo Ugarte Pérez, biólogo de Obimasa, está siempre atento a lo que ocurre con ellos y tiene una idea de cuántos son los que quedan en la ciudad.
Recordó que la idea del catálogo era precisamente tener mayor información al respecto. “Querían recopilar árboles que, bien por su vejez o por su singularidad, fueran diferentes. En Ceuta tenemos muchos otros árboles, pero se escogieron algunos que representan algo”.
Uno de los ejemplos a los que se refirió Navarrete fue a los árboles que están en los jardines de la Argentina, conocidos como ficus o laurel de Indias. “En este caso representan una fecha en la que fueron plantados, en 1925 por u n alcalde, trajeron plantones pequeños y fijaron la galería que han hecho ahora; entonces esto es representativo de una fecha, además de su belleza y singularidad, porque son enormes, siendo una galería de sombras extraordinaria, y ese es el motivo por el que están aquí integrados”.
Navarrete también habló sobre una de las palmeras ubicadas en el interior del Acuartelamiento Otero. “Esta palmera la incluimos en el catálogo, por ser la palmera más alta de Ceuta, en ese momento tenía 26 metros y quizás haya crecido algo más, y tiene entre 100 y 200 años”.
La siguiente parada del recorrido para apreciar los árboles centenarios o árboles singulares fue precisamente donde se encuentran los árboles más grandes de Ceuta. Cerca del nacimiento del Arroyo del Infierno. “Ahí tenemos los comúnmente conocidos como plátanos de sombra, que hay muchos en la ciudad, pero la singularidad de estos es que tienen más de cien años y son los más altos de ceuta, no solamente de los plataneros, sino de todos los árboles que tenemos en Ceuta, con 37 metros de altura y son exóticos también”
Desde el mismo lugar se observa un alcornoque que también estaba incluido en el catálogo, con más de 150 años y más de 20 metros, que se ha secado de manera natural y del que ahora solo se ven las ramas secas sobre el Arroyo del Infierno.
Entre el Fuerte de Anyera y el Fuerte de Aranguren, subiendo por el Sendero de los Helechos, también están dos quejigos andaluces. “Este árbol junto con el que está al lado, son los que quedan de lo que podría haber sido el alcornocaje quejigal de Ceuta, y estos dos ejemplares tienen más de 200 años”.
De los árboles singulares, Navarrete contó que del algarrobo que se murió hace un par de años, del alcornoque que también se ha muerto, y sobre los castaños, que algunos se quemaron en el último gran incendio del arroyo de Calamocarro. “De los que incluimos en su día en el catálogo hay tres ya que han desaparecido y otros parcialmente, los ficus hay cuatro o cinco que se cayeron, hay un alcornoque de más de 200 años que se ha muerto por causas naturales y había un algarrobo que estaba dentro de la Base Teniente Ruiz que se ha muerto, y los castaños más antiguos han muerto”.
Sobre los ficus específicamente advirtió que los que quedan, debido su gran tamaño, pueden representar un peligro. “La Asociación de Vecinos ya lo ha puesto en conocimiento y ha solicitado a la Consejería de Medio Ambiente ver qué pasa porque realmente son un peligro”.
Para Navarrete es fundamental que conozcamos más sobre estos árboles, sobre todo para poder contribuir con su conservación. “El conocer los recursos que hay en la ciudad siempre es importante, porque el conocimiento lleva a su conservación, que es de lo que se trata, de conservarlos ”
En cuanto a los árboles singulares que quedan, Navarrete recomienda que no se afecten sus alrededores, que los visitantes procuren no pararse sobre las raíces y también que se hagan algunas actuaciones en ciertos casos específicos, y en resumen no se haga nada negativo que pueda afectarlos.
Excelente publicación de concieciacion ciudadana. Da gusto leer este tipo de noticias. Gracias señor Navarrete.
El Consejero de Medio Ambiente se encarga de cortar y quitar de enmedio todos los árboles que hagan falta. Este Sr. Es un experimentado conocedor de la dendrología o xilología , ciencia y estudio de las plantas arboladas, específicamente sus clasificaciones taxonómicas. La dendrología es la subcategoría de la botánica que se especializa en la caracterización e identificación de plantas leñosas. Por lo tanto no nos preocupemos. Estamos en buenas manos. Otro de los mayores inutiles de los que se rodea el versador de Lopez Anglada.
¿No podríamos plantar otro ficus en los terrenos donde se cayeron el año pasado y para que dentro de treinta o veinte años volvamos a disfrutarlos?
En su lugar han plantado las florecillas que tanto les gustan en el ayuntamiento y como no, las palmeras.
Yo me conformaría con que plantarán otro ficus y pusieran otras unas cuantas papeleras en el parque