Ceuta en el Paladar se traslada esta semana a un enclave histórico de la ciudad, al Parador de Ceuta, Hotel La Muralla. Tan cerca de las Murallas Reales que algunas de sus habitaciones se adentran en ellas, ubicándose dentro de las bóvedas del antiguo Parque de Artillería del siglo XVIII. Todo este atractivo cultural y mucho más es lo que encontramos en este emblemático lugar.
Como nos cuenta su director, Jesús López, “este Hotel lleva en Ceuta desde hace más de cincuenta años, asentado como punto de encuentro y reunión de la sociedad caballa”. También famoso por las numerosas celebraciones y eventos que tienen cabida en Parador de Ceuta, Hotel La Muralla, se caracteriza por su emplazamiento y amplitud para acoger a una gran cantidad de personas.
Situado entre dos mares, en pleno centro de la ciudad, frente a la Catedral y a la Patrona de Ceuta, y junto a la Comandancia General, nunca se cansarían de sus vistas, productos e instalaciones. Es el paraíso de Ceuta para desenchufarnos de la rutina un viernes por la tarde o pasar el día en fin de semana.
En un jardín rodeado de palmeras que arrojan sombra en los días más soleados y calurosos, y una gran piscina con tumbonas, donde relajarse y pasar las horas de desconexión del bullicio del día a día, se encuentra también la terraza del restaurante del Parador de Ceuta, donde en las noches de verano podemos disfrutar de un espectáculo mientras degustamos sus pinchitos cocinados a la brasa o sus exquisitos platos cocinados por el chef, Carlos Delgado, quien nos presenta solo una muestra de la amplia carta que ofrecen a sus clientes.
Entre sus platos, podemos ver su suculento salmorejo, realizado desde la original receta cordobesa hasta la caballa marcada a la brasa o como la describe el chef Carlos Delgado, el jamón de bellota de Ceuta. El broche lo ponen sus postres, también preparados en las cocinas del Parador, donde no solo de platos principales le van a alimentar. Y es que, además de ir a almorzar o a disfrutar de una cena de calidad y cocinadas con los mejores productos, en este restaurante también se pueden deleitar con postres como la tarta al limón o el flan ceutí de almendras, salsa de vainilla y helado de pistacho. Porque es más que un restaurante. Como dice el chef, “hay muchas formas de comer, ya sea con raciones y platos principales, y luego están los picoteos. Tenemos muchos platos para compartir, como medias raciones o enteras para tapear entre varios y, a parte, la comida formal como tal”. Además, el Parador tiene su carta fija y su carta de temporada donde encontrar siempre los platos adecuados al periodo del año en que se encuentre, como las sopas frías en verano.
Porque este emblemático lugar tiene mucho que ofrecer tanto a visitantes como a todos los ceutíes que deseen adentrarse en la historia de la ciudad, desde su gastronomía a las instalaciones que, aunque reformadas, mantienen el aire de la ciudad y sus orígenes.
Gracias a Jesús López, director del Parador de Ceuta y de Melilla, hemos podido conocer los espacios más interesantes como su gran hall, sus zonas de césped con vistas a La Ribera o sus históricas suites. Son solo una pequeña demostración de todo lo que podemos gozar en el Parador de Ceuta Hotel La Muralla, donde les esperan con el mejor servicio.