El Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III publicaba el pasado 23 de julio un informe en el que se especificaba que en España, durante lo que llevamos de año, se han registrado 925 casos de hepatitis. Datos ciertamente inferiores a los obtenidos en años anteriores. Un descenso que se espeta también se perciba en los datos que a finales de este año presente Ceuta. Y es que hace tan solo dos años, la ciudad autónoma presentaba los números más altos de toda España en lo que a afección de la Hepatitis A se refiere. Concretamente, y según los datos de la misma entidad madrileña, los ceutíes tenían 43 veces más riesgo de sufrir dicha enfermedad hepática que, por ejemplo, los residentes en Baleares. En la ciudad se detectaron en 2010 casi 80 casos por cada cien mil habitantes, un dato muy por encima también de Melilla.
Por este motivo, a finales del mismo año la consejería de Sanidad de el Gobierno de la Ciudad Autónoma puso en marcha una nueva campaña de prevención aún vigente y que persigue informar sobre la enfermedad, sus síntomas, cómo se transmite y la manera de prevenirla; incrementar el control sanitario a través de la inspección veterinaria; y promover las prácticas saludables en establecimientos de restauración colectiva, y en general, de venta de alimentos. Una acción informativa que se basa en el reparto de carteles y trípticos con los datos más básicos para saber reconocer sus síntomas, así como aprender a prevenirla.
Pero, sobre todo, esta campaña apostaba de nuevo por la vacunación tanto de la población con riesgo ocupacional (como policías locales, bomberos, socorristas, odontólogos, podólogos o acupuntores), y población susceptible de entre 15 y 45 años. Además, tanto Ceuta como Melilla son las dos únicas autonomías que han integrado a la hepatitis A en el calendario de vacunación infantil.