Ceuta ha recibido esta semana a una veintena de jóvenes que han llegado hasta la ciudad autónoma desde distintos puntos del territorio español de la mano del campus de voluntariado Conoce Ceuta.
Después de unos días con una agenda repleta de actividades, este sábado han tenido un hueco para probar los productos típicos de la ciudad celebrando una ruta de la tapa por diferentes bares como La Fuentecita, ubicada en el Mercado Central; o El Rincón de Rosi.
Tal y como hemos podido comprobar, los jóvenes, divididos por grupos y acompañados por monitores, han ido rotando y probando las tapas clásicas que en cada uno de ellos se ofrecen.
En La Fuentecita se habían decantado por un plato de garbanzos con choco, según nos han contado los jóvenes, quienes también nos han hablado de cómo están viviendo estos días por la ciudad.
Una de estas jóvenes era Sara Ferro, llegada desde Galicia, a quien le está “sorprendiendo mucho Ceuta porque creo que tiene mucho para hacer. Tienes una parte histórica muy potente con una mezcla de culturas que es genial y también muchas actividades deportivas”.
Esto hace que para ella sea un destino de vacaciones ideal ya que “no está masificado y puedes no sentirte como un turista”. Es decir, “puedes ver cómo es la vida aquí”.
Además, sobre la multiculturalidad, ha querido referirse a las voluntarias musulmanas, a quienes las tienen “totalmente interrogadas y ellas están abiertas a respondernos, darnos su visión de la religión, la espiritualidad y creo que eso es lo más enriquecedor al final”.
Por todo ello, considera que esta visita a Ceuta está siendo “muy interesante”. De hecho, “ya estoy pensando cómo voy a organizar la próxima vez que venga aquí”.
Por su parte, Elena Aventín natural de Lleida y que también estaba en La Fuentecita, ha querido añadir que está siendo una semana “muy intensa” donde no han parado de hacer actividades como un paseo en barco por el Desnarigado, tour por los miradores y una visita a los templos religiosos de la ciudad.
Además, sobre esto último, ha destacado “el respeto, la convivencia y aunque haya mucha multiculturalidad, parece que solo sea una”.
Mientras ellos seguían probando platos típicos en este bar del Mercado Central, El Rincón de Rosi acogía otra mesa de jóvenes del campus Conoce Ceuta. Allí estaba, entre otras, Raquel Paramio, de Zamora, quien también ha querido compartir su visión sobre su estancia en Ceuta, la cual ha descrito como “algo especial”.
Y es que, “yo de primeras no me habría planteado venir y ahora veo que tiene muchísimas cosas y que haya gente tan diferente conviviendo junta en una ciudad tan pequeña me parece algo a lo que darle mucho valor y que enriquece tanto a la gente de aquí como a la que viene de fuera”, ha expresado.
Además de eso, también nos han hablado de los productos que han probado a lo largo de esta semana, como el cuscús, el te moruno, las pastas, los volaores, los pinchitos y los corazones de pollo, siendo esto último “toda una experiencia”.
Todos estos jóvenes tenían algo en común: era la primera vez que venían a Ceuta, donde se han llevado una grata sorpresa al conocer sus rincones y su multiculturalidad, y sin duda, repetirían la experiencia y también la recomendarían.
En su opinión, es una ciudad desconocida pero con mucho que descubrir, que te acoge y te hace querer volver para conocer aún más.