La Consejería de Medio Ambiente y Servicios Urbanos de Ceuta ya ha terminado el proyecto de restauración de La Sirena de Punta Almina, inmueble que se prevé acondicionar tras cerca de diez años cerrado después de la actuación de rehabilitación integral que se realizó mediante dos talleres de empleo como lugar de reuniones para las asociaciones vinculadas a los deportes de montaña y senderismo y como centro para el avistamiento de aves con la participación de Obimasa.
Fuentes del Ejecutivo de Vivas han explicado que el presupuesto estimado de la actuación se eleva a “unos 50.000 euros” para reponer el cableado y la línea telefónica del equipamiento, propiedad del Ministerio de Defensa, así como para reparar los daños causados en el interior por los vándalos.
La intención de la Ciudad es “vallar” la parte trasera del edificio “para darle una mejor protección” ante posibles intrusos. “La Estructura no se puede tocar porque patrimonio cultural protegido, pero dentro se prevé acristalarlo y establecer diferentes estancias, una de ellas una sala de conferencias”, han indicado desde la Administración local a este periódico.
Fuentes conocedoras del estado del inmueble han advertido de que este carece de redes de suministros básicos de agua y electricidad, así como de saneamiento, para lo que en 2012 se habilitó una fosa séptica autodrenante.
Para cubrir sus necesidades de abastecimiento se dejaron listas sus instalaciones para recurrir a un depósito de agua que se instaló en su azote, que ha desaparecido, o a un generador como soluciones de autosuficiencia, ya que el coste del tendido de tuberías y cables se cifró entonces en alrededor de 60.000 euros.
Forja XXI entregó hace ahora nueve años y un mes al Ministerio de Defensa las obras de La Sirena rehabilitada tras dotar al edificio de una nueva cubierta una estructura portante, así como la rehabilitación de su fachada y la consolidación y recuperación del paseo perimetral.
En su interior se acondicionaron tres espacios diferenciados: una sala de recepción; una sala polivalente para exposiciones y conferencias; y una tercera de estudio y consulta.
Dos talleres de empleo hace casi una década
La rehabilitación de La Sirena absorbió más de un millón de euros a través de dos talleres de empleo con los que se capacitó durante dos años a 56 personas en situación de desempleo en oficios tales como la carpintería de madera, instalaciones y restauración del patrimonio a través de programas en colaboración con el Servicio Público de Empleo Estatal, el Ministerio de Defensa y la Ciudad Autónoma. En desuso desde 1980, el inmueble ya se proyectó entonces como centro de estudios medioambientales para el avistamiento de aves y sus movimientos migratorios a su paso por el Estrecho, pero nunca se puso en marcha.
Más de cien años de historia en las faldas del Monte Hacho
El edificio de La Sirena, situado sobre la ladera del Monte Hacho, se creó para emitir señales acústicas de aviso a navegantes. Su sonido, similar al mugido de un animal, le valió el sobrenombre de ‘La vaca’. El proyecto de rehabilitación emprendido hace casi quince años, que pretendía reparar el ruinoso inmueble y recuperar al tiempo su entorno paisajístico, arrojó en las primeras conclusiones daños importantes en la estructura que da al acantilado por lo que una empresa especializada se encargó de reparar los muros y cimientos descarnados por la erosión del oleaje y del viento proveniente del mar. Tras esta intervención, fueron sendos talleres de empleo gestionados por la Fundación Forja XXI los responsables de recuperar ese privilegiado e histórico emplazamiento.
La Sirena se construyó en 1913 con cargo a los créditos que para Señales Marítimas figuraron con el objetivo de reforzar el sistema de aviso a los navegantes que constituía el Faro de Cerro Mosquero, que empezó a funcionar en 1855.
En 1957 fue entregada por la Jefatura de Obras Públicas a la Dirección Facultativa del Puerto. En 1975, se propuso sin éxito como emplazamiento para la creación de un Museo del Mar en el que se recogiesen, guardasen y expusieran todos aquellos restos, materiales y objetos que recordasen la vida de una “ciudad marítima”.
Cabezas pensantes ? o mejor dicho serrín en las cabezas de los que piensan gastar 50,000 eur en un sitio que esta abandonado o es que ya no se acuerdan del millón de eur perdidos en dicho lugar por el ministerio de defensa ? que fácil es gastarse el dinero de los contribuyentes para después justificarlo en otras cosas
Yo me pregunto, ¿ por qué la ciudad gasta dinero en un edificio qué es propiedad de deefensa ? Con tal de meter mano en el presupuesto se ponen a gastar en cualquier lugar.
Otra vez dinero tirado