Ceuta quedó ayer incomunicada tras recrudecerse el temporal de Levante, provocando una situación que no se había producido desde hacía cuatro años.
La inexistencia de la línea aérea hizo que fuera inviable las comunicaciones con la península desde las 12.00 horas, cuando se llevó a cabo la última de las conexiones. De hecho el Passió Por Formentera quedó atracado en Algeciras, sin poder realizar viaje a Ceuta, puerto en el que debe 'dormir' para garantizar, por contrato, la primera de las salidas desde la ciudad autónoma.
No fue posible. El riesgo para la navegación era tan elevado, que se optó por cerrar los puertos e impedir la salida de los buques por orden de la Autoridad Portuaria.
Capitanía Marítima confirmaba ayer que todas las navieras se veían obligadas a suspender las rotaciones por el fuerte temporal, que va en aumento y que podría empezar a amainar a lo largo de esta tarde, según las últimas previsiones, aún sometidas a cambios de última hora.
Por la mañana, solo Balearia y Acciona cumplieron con los trayectos de primera hora, aunque lo hicieron con dificultades y arrastrando importantes retrasos en sus conexiones. Solo los más valientes se atrevían a enlazar con la península debido a las condiciones climatológicas.
Mientras tanto, la línea Algeciras-Tánger (Marruecos) permanecía parcialmente operativa al haberse producido varias cancelaciones por el mal tiempo e incluso la naviera Acciona Trasmediterránea decidió retrasar a las 13:00 horas la salida del buque 'Ciudad de Málaga'.
En el mar soplaban ayer vientos fuertes de componente este de Levante con fuerza 7 en el Estrecho y el estado de la mar era de marejada a fuerte marejada y localmente gruesa.
Además, la Agencia Estatal de Meteorología anunciaba mar de fondo del este de uno a dos metros, lo que complicaba aún más la navegación marítima.
El viento sopló con una intensidad superior a los 45 kilómetros por hora pero con rachas máximas superiores a los 80 kilómetros por hora. En el Puerto de Algeciras, las estaciones meteorológicas reportaron más de 40 nudos en la Bahía y una altura del oleaje en el Estrecho de 4-5 metros.
La llegada del temporal ha cortado las previsiones de familias que querían marchar a la península aprovechando el puente escolar, ya que en el día de ayer los colegios suspendieron las clases hasta el próximo lunes debido a la celebración del Carnaval y para repartir los días antes comprendidos en la denominada Semana Blanca que eliminó el Ministerio.
Ni Capitanía Marítima ni el Puerto se atreven a confirmar cuándo volverán a retomarse los enlaces, ya que se está a la espera de que a lo largo del día de hoy haya cambios en la evolución metereológica.
La flota pesquera lleva amarrada a puerto desde principios de semana, ya que ante las circunstancias actuales tiene prohibida la navegación. De hecho se hace inviable la salida de embarcaciones y también de las marítimas encargadas del control y vigilancia de las costas debido al oleaje. La situación de calma y normalidad completa no llegaría, se espera, hasta el próximo fin de semana.
El Levante provoca la aparición de fuel
Y mientras en el mar el control era inviable, en tierra la estampa poco cambiaba. En la playa de Benítez se volvían a repetir las imágenes de hace unas semanas, ya que el Levante provocó la aparición de vertidos en la arena. Es lo que se esperaba y se temía. El daño medioambiental causado tras el escape de Cepsa es tal, que no se puede confirmar aún cuándo dejará de aparecer fuel y hasta qué punto esos vertidos están controlados. El temporal devuelve las terribles estampas de los arenales manchados de chapapote y de los trabajadores de Ecoceuta intentando eliminar los restos contaminantes a contrarreloj.