Hoy, a las doce del mediodía, las Murallas Reales se visten de gala para acoger la celebración del patrón de la Policía Nacional, los Santos Ángeles Custodios. Un día cargado de simbolismo, emoción y reconocimiento a quienes, con su uniforme azul, representan el compromiso diario con la seguridad, la justicia y la convivencia en nuestra ciudad.
Ceuta, frontera y puente, sabe bien del valor y la entrega que exige este servicio. Los agentes de la Policía Nacional son testigos y protagonistas de nuestra realidad más compleja: protegen nuestras calles, velan por los más vulnerables, y afrontan, sin alarde, desafíos que ponen a prueba su temple y humanidad.
El acto de hoy no es solo una ceremonia institucional; es un abrazo colectivo a quienes han hecho de la vocación su forma de vida. Es también un recuerdo emocionado para los que ya no están, para los que entregaron todo, a veces, incluso la vida, en cumplimiento del deber.
En tiempos en los que la palabra seguridad adquiere nuevos significados, la labor de la Policía Nacional se mantiene como faro firme de confianza. Hoy, Ceuta les rinde homenaje. Y lo hace con gratitud y respeto, sabiendo que detrás de cada uniforme hay una persona, una historia y un compromiso que no descansa.






