Qué afición tiene mi Agrupación Deportiva Ceuta. Esa que cuando ve que su equipo se la juega, va allá a verla. Hoy tocó nuestra querida Málaga, donde los boquerones son su estampa y, siendo primero de mes, se calentó la gente y allí fueron a la Costa del Sol, a ver a sus jugadores.
Y sí que se vieron y no se aburrieron en ver a sus guerreros dando la talla en ese césped tan hermoso como es el de la Rosaleda.
El sábado a los que quedaban en esta bella ciudad caballa, solo interrogaba si iban o no a ir a ver los suyos y visitar, si les daba tiempo, la calle Larios.
Y por mucho que quisieran, se reprimían las lágrimas al decir cualquier excusa, ya que no estar ayudando a la gente que representa a La Perla del Mediterráneo, es como hacer novillos el día de un examen importante.
Y mi Ceuta se fue en el Bahama Mamá, a primeras horas de la mañana y allí hasta el capitán tuvo compañía para poder dejar asiento a todos los que iban a ver el encuentro.
Y fue vital, ya que los nuestros dieron un recital y la primera la dio Cedrid, con un gran testarazo que no pudo hacer nada el cancerbero, y de allí al empate ya que sólo podíamos venir con algo bien bueno.
Y seguimos en la brecha, donde pelear por los puestos que nos den una subida de categoría, y aunque a algunos se les viera la tensión, ahí estamos con nuestra alineación y nuestro querido entrenador J.J. que sigue subiendo peldaños y nos pone de ilusión a toda una afición que sigue cantando: "lo, lo, lo...", y hasta la muerte te estaremos alentando.