“Ceuta está teniendo el periodo más fructífero de dinero del Estado”

Siempre le ha gustado estar en un segundo plano, es decir, hacer un trabajo de despacho pero no salir en los medios informativos. Sin embargo, ahora ha tenido que aparecer públicamente por su doble condición de asesor del Gabinete Técnico de la Delegación del Gobierno así como integrante de la Ejecutiva del PSOE.
Economista por los cuatro costados, José María Mas reconoce que muchas personas no le relacionan con su profundo pasado ceutí, pese a que proviene de una familia con importantes raíces caballas.
Desde su actual posición valora mucho el trabajo realizado en el edificio de la Plaza de los Reyes para que la ciudad reciba la mayor aportación posible de fondos provenientes de la Administración Central. De hecho, no duda en afirmar que desde el año 2004 la ciudad ha recibido la mayor aportación histórica en este terreno.
Militante del PSOE desde finales de los años 1980, también habla de política para estar convencido de que la opción socialista se “consolidará y crecerá” en los próximos comicios autonómicos.

–¿Te han preguntado muchas veces si realmente eres de Ceuta o de otro lugar?
–Sí, pero creo que tiene su lógica porque me he prodigado poco en los medios y nunca he hablado de mis temas personales, es decir, siempre me ha gustado estar en un segundo plano y me tengo por una persona de despacho, a la que le gusta trabajar.
–Sin embargo la vinculación familiar con esta ciudad es indiscutible ¿no es así?
–Efectivamente, de muchas generaciones, desde principios del siglo XIX. No obstante, no me molesta que se piensen que soy de Madrid o otro lugar aunque sí es un gran desconocimiento porque siempre, salvo en mis periodos de la carrera, he vivido en esta ciudad.
–¿Por qué estudias para economista y no otra profesión?
–Por vocación ya que me gusta la materia y el ejercicio, además de tener un cierto componente familiar porque mi hermana hizo economista de empresas y mi padre está vinculado al mundo de los negocios, es decir, el entorno también influyó en mi determinación final.
–¿Fue complicado aprobar?
-Sí, sobre todo por las materias en sí mismas, aunque guardo un buen recuerdo del nivel de catedráticos que tuve la suerte de conocer en Málaga.
–¿Por qué Málaga?
–En aquel entonces la especialidad de economía pública se estudiaba en la facultad malagueña y mis padres me dieron absoluta libertad de elección. Tuve que decidir entre irme a estudiar o trabajar en los negocios familiares ya que mi padre regentaba Comercial Maza pero me incliné por tener una carrera de economía y empresariales, aunque lo fácil hubiera sido quedarme.
–¿Cuál fue tu primera experiencia laboral?
–Empecé a trabajar con mi padre y luego estuve en varios campos como economista forense o experto en información y economía financiera, por lo que he trabajado en actuaciones judiciales de diversa índole.
–¿Recuerdas tus primeros ingresos?
–Fue un trabajo concreto que me reportó unas 15.000 pesetas ya que en los comienzos hacía muchos encargos a empresas o personas de temas económicos que luego ni me los pagaban, es decir, en aquella época cogía cosas para que me fueran conociendo más que por otro motivo.
–¿En qué consistía tu trabajo?
–En actuaciones de valoraciones, emisión de informes o cálculos de beneficios en empresas, es decir, todo tipo de temas económicos en varias vertientes. Asimismo, estuve trabajando de técnico en el INGESA hasta el 2004.
–¿Quiere decir todo esto que te has ido ganando tu hueco poco a poco?
–Sí, primero porque me ha gustado y en segundo lugar porque no tenía otro remedio. Hice un post-grado en Madrid así como cursos de doctorado a costa de mi propio tiempo, es decir, me lo restaba de mis vacaciones para estar mejor formado.
–Hablando sobre tu profesión ¿Cómo está la misma en Ceuta?
–Tuve la suerte de participar con otros compañeros en la constitución del Colegio de Economistas de Ceuta, una iniciativa que se fraguó cuando observamos las dificultades del día a día puesto que estábamos colegiados en Málaga o Sevilla y la distancia hacía que algunos servicios colegiales fueran un poco incómodos. Por este motivo, pensamos que Ceuta se merecía un colegio profesional al igual que otras profesiones.
–¿Cómo fueron los primeros pasos?
–Nos reunimos compañeros economistas de distintos colegios y tratamos las actuaciones a seguir. Lo presidió Enrique Roviralta.
–¿Se trata de una profesión bien considerada a nivel local?
–Pienso que se puede aprovechar mucho más porque, en cierta medida, se trata de una profesión desconocida. Hay economistas en muchos ámbitos como lo público, lo privado o en la educación, es decir, aquí tenemos muy buenos economistas y se les puede sacar más partido. Actualmente, hay unos cuarenta colegiados.
–¿Cómo sueles encajar las críticas?
–Si se hacen con la intención de mejorar son buenas pero si vienen motivadas por recelos o envidias no se le hace caso porque intentamos abarcar todos los sitios posibles para hacer cosas para todos los públicos.
–Cambiando un poco de asunto ¿Cuándo se inicia tu relación con el PSOE?
–Estoy como militante desde finales de los años 80 porque siempre he tenido connotaciones políticas de izquierdas, pero de una izquierda moderada y moderna, es decir, nunca he sido partidario de los temas de extrema izquierda pero sí reconozco que es necesaria una visión de izquierdas para el buen funcionamiento de la sociedad.
–¿Cuándo entras en la Ejecutiva socialista?
–Entré en la Ejecutiva en el año 2000 a raíz de ir a la sede y empezar a participar en los debates sobre temas económicos. En esos momentos se me ofertó esa posibilidad y acepté, aunque luego estuve cuatro años un tanto alejado.
–¿Por qué ese paréntesis político?
–Porque comencé el trabajo en la Delegación del Gobierno, el cual era totalmente absorbente ya que las jornadas eran de más de catorce horas diarias de trabajo.
–¿Satisfecho de esta etapa en la sede de la Delegación del Gobierno?
–Es una etapa muy interesante pero de muchísimo trabajo. Desde la Delegación del Gobierno se ha hecho un trabajo muy bueno para Ceuta y me siento orgulloso ya que desde el año 2004 ha sido el período donde más dinero ha venido a la ciudad por distintas vías desde la Administración General del Estado, tanto por los ministerios como a través de convenios con la Ciudad. Siempre se ha trabajado con lealtad institucional.
–¿De qué te sientes más orgulloso en la casa gubernativa?
–De haber puesto un grano de arena en este período donde ha venido más dinero ya que se han solicitado fondos de forma constante en Madrid y se han efectuado reformas históricas en la ciudad como el nuevo hospital, se ha solventado el problema histórico del agua, se han acometido obras de saneamiento, otras en costas y playas, es decir, ha sido un período muy fructífero.
–¿Es la crisis el único ‘pero’ que se puede poner?
–Es una crisis mundial, no sólo nacional, se está actuando para paliar sus efectos y en Ceuta, particularmente, se ha trabajado mucho para que los efectos fueran los mínimos.
–¿Somos afortunados en Ceuta con la crisis?
–Aquí ha llegado más tarde y con menos incidencia pero eso no significa que no haya llegado.
–¿Cómo definirías a José Antonio Carracao?
–Esta ciudad tendría un cambio positivo si fuese presidente de la Ciudad porque se mejoraría en la gestión y se ahondaría más en los temas sociales.
–¿Cómo asumes las críticas?
–Bien, siempre que sean dentro del concepto de crítica, es decir, con un mínimo de educación y respeto por muy duras que sean.
–¿Hay optimismo en el PSOE para los próximos comicios autonómicos después de las últimas encuestas?
–Las encuestas apuntan una tendencia pero no sirven para cálculos de resultados en cuanto a la cuantificación, es decir, son tendencias generales. Estoy convencido que serán unos comicios reñidos y que el PSOE se consolidará y crecerá.
–¿Tan convencido estás de ello?
–Se está trabajando mucho y bien, se están apuntando ideas y soluciones concretas y el ciudadano lo percibe. Nadie duda del esfuerzo que se está haciendo.
–Por último, ¿Tienes aspiraciones políticas?
–Las que determine el partido. Yo me conformo con realizar un trabajo serio en el ámbito donde me encuentre.