Lamentablemente nos estamos acostumbrando “en España” a leer opiniones de extranjeros con oficios que pueden hacer un daño tremendo a la ciudadanía, que vienen a destruir nuestra convivencia pacífica. Pensaba que a Ceuta no llegarían extranjeros peligrosos y nos libraríamos “gracias a Dios”, de individuos como el periodista Pablo Mates. Este extranjero no sólo viene de su puto país, como le indican en un mensaje anónimo: “Os vamos a mandar a vuestro puto país”, sino que además se atreve a escribir sobre inmigración en Ceuta. Parece increíble a lo que hemos llegado, un extranjero de Asturias viene a Ceuta, lo acogemos, le damos de comer y el desagradecido se atreve a dar una opinión de lo que ocurre en nuestro país, Ceuta. Esta última reflexión es digna de enmarcar “lo acogemos, le damos de comer”. Seguramente el despechado ciudadano le pone el mantel todos los días.
Pero este no es el único peligroso extranjero que viene a Ceuta, porque también tenemos a Carmen Echarri, una extranjera de Pamplona, directora de El Faro de Ceuta. Su padre fue legionario, su padrino sargento de la Guardia Civil y tiene hasta una tía monja. Lamentablemente con este pedigrí sólo podía salir una persona peligrosa para la seguridad nacional y proclive a ir contra todo lo español y, por supuesto, contra la Guardia Civil. Precisamente por ese perfil de extranjera radical se la trajo el editor de El Faro a Ceuta, nadie en esta ciudad pone en duda que Rafael Montero es un antiespañol convencido.
Otro elemento peligroso y digno de mención es el responsable de Cruz Roja, Clemen Núñez, este individuo es sospechoso de tener una buena relación con los guardias civiles, pero esa buena relación no le impide ayudar a los inmigrantes que saltan la valla o llegan a nuestras playas, pero además no se priva de dar su opinión sobre la inmigración. Esa dualidad de su conducta me lleva a la terrible e inequívoca conclusión de que se trata de un espía doble de una entidad que se caracteriza por intentar desestabilizar al país.
Opinar o pensar de forma diferente es un ejercicio peligroso en muchos países del mundo. Este año en México han asesinado a seis periodistas por dar su opinión, por tener una idea diferente o por relatar lo que otras personas le cuentan. Los violentos que amenazan o asesinan a periodistas suelen ser radicales que tratan de que sus fechorías no salgan a la luz para crear una sociedad temerosa, sumisa y con este ingrediente conseguir lo que se propongan sin oposición ciudadana alguna.
El periodismo es un pilar indispensable en cualquier democracia que se precie y los que odian la democracia, odian también el periodismo libre y el derecho a la libertad de expresión. Se puede tener una opinión totalmente opuesta a la del periodista, pero las opiniones que no generen violencia, ni son contrarias a la ley son altamente saludables para que las sociedades crezcan, se hagan más tolerantes y se despojen de perjuicios. Los que insultan, amenazan o agreden a periodistas por hacer su trabajo se retratan perfectamente, porque en este país sabemos -por desgracia- de qué pie cojean los que utilizan estos métodos en lugar de ejercer el legítimo derecho a réplica o dar su opinión.
Nunca pensé que en una ciudad tan pequeña, donde todos nos conocemos, saldrían del trastero ciudadanos capaces de insultar o amenazar a profesionales por hacer bien su trabajo. Darle voz a los inmigrantes que saltan la valla no es aplaudir ni compartir la violencia con la que han entrado los últimos inmigrantes, es simplemente no privar a los ciudadanos del derecho a una información diversa y veraz y, por tanto, ningún violento “verbal hasta ahora” tiene el derecho de robarnos a los ciudadanos derechos que tanto nos costó conquistar.
No tengo la menor duda de que Ceuta está Insegura, porque si se insulta al responsable de la Cruz Roja por dar su opinión sobre inmigración; si somos capaces de llamar extranjero a un asturiano por cumplir con su labor de informar; si somos capaces de pedir que despidan sin el mínimo pudor a la directora de este medio por dejar que se entreviste a los inmigrantes que saltaron la valla, no tengo la menor duda de que Ceuta está Insegura.
Pues sí...una pena...al final,somos los ciudadanos los peligrosos,los q andamos peleándonos a palos y pedradas x la calle,los q nos robamos a punta d navaja,cabezazo incluído,los q acosamos a los turistas(cada vez menos)q vienen a visitarnos,nos colamos en camiones para"escapar"d Ceuta,y además,agredimos a la guardia civil...
Está claro q la visita d ciertos políticos a nuestra ciudad,ha puesto nerviosillos a más d uno...
No conseguiréis callar a la gente,si es q es el propósito d alguien,y todo lo q está pasando en nuestra ciudad,es el reflejo d una política d inmigración nefasta,y una peor(o nula)respuesta a todo x parte d quiénes corresponde...
Como decía una canción del gran Manolo Escobar...el pueblo NO se equivoca...y los q estáis escondiendo lo q a algunos no les interesa,lo acabaréis pagando...
Y no,no es ninguna amenaza,sino algo q está ahí callado,pero q saldrá...y quizá es lo q algunos quieren...
De lo que le ha pasado a sus compañeros no dice nada, sin embargo le indigna lo que se diga de la prensa y dice que Ceuta es insegura por la charlatanería de cuatro gatos, lo que está pasando en las calles, en el puerto y en la frontera no es para usted importante, lo importante son cuatro comentarios producto de la calentura del momento. Quizá debería repasar el Reglamento para el Servicio De la Guardia Civil, le ayudará a mantener la dignidad.
"Art. 43: El Guardia Civil no concurrirá a tabernas, casas de juego o de mala nota o fama, debiendo abstenerse de toda clase de cuestiones políticas o de localidad."