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“Ceuta es un entorno privilegiado por diferentes fenómenos naturales”

En su familia fue un “bicho raro” por aquello de que su interés por el mundo de la naturaleza no era algo habitual en su entorno más cercano. A pesar de ello, encontró siempre el apoyo de sus padres para ayudarlo en lo que era una afición por los insectos y su entorno.
La televisión, de la mano del programa “El hombre y la tierra” del siempre recordado Félix Rodríguez de la Fuente, hizo el resto. Poco a poco, José Luis Ruíz se fue entusiasmando más por esta pasión hasta que tuvo claro que quería ser biólogo.
Se formó en Granada, donde hizo sus primeras investigaciones, y regresó a nuestra ciudad en el año 1994 para trabajar como técnico-monitor de una escuela taller. Dos años más tarde accedió como técnico en Medio Ambiente en el entonces Cerfea y ahora Obimasa.
Su interés, preocupación y sus conocimientos sobre el medio ambiente hizo que en el 2002 accediera a ocupar el cargo de Decano de la Sección de Ciencias del Instituto de Estudios Ceutíes (IEC), desde donde intenta aportar su grano de arena en beneficio de la defensa de todo lo relacionado con la naturaleza.
Tiene claro que nuestra ciudad es un lugar privilegiado por los diferentes fenómenos naturales aunque lamenta el daño que producen algunas especies invasoras. Hablar con este ceutí es hacerlo con un gran defensor del medio ambiente.

–¿Por qué uno dice un día que quiere ser biólogo?
–Por devoción porque soy de la generación de los niños de Félix Rodríguez de la Fuente ya que recuerdo que, con tres o cuatro años, siempre esperaba que pusieran en la televisión el programa “El hombre y la tierra”. Félix hizo mella en mucha gente de mi época y en mí particularmente porque nunca había tenido contacto con el medio natural de forma continuada ni en mi familia había gente con afición directa o que me introdujera en el mundo de la naturaleza.
–¿Eras entonces un “bicho raro”?
–La verdad es que soy de la opinión que es algo que llevas innato y siempre algo te lo despierta, que en mi caso fue el mensaje de Félix Rodríguez de la Fuente.
–¿Qué es lo que más te llamaba la atención?
–Las aves rapaces, de hecho mis inicios como naturalista fue con las aves ya que me llamaban poderosamente la atención los insectos, esa pequeña fauna que me parecía inacabable y fascinante. Recuerdo de pequeño mis primeras experiencias campestres en la estación del ferrocarril donde colectaba mariposas y escarabajos.
–¿Te ayudó esa afición a coleccionar insectos para despertar más tu interés?
–Sí, de hecho pienso que todos somos coleccionistas y en mi caso coleccioné de todo un poco pero principalmente los insectos ya que hice pequeñas colecciones sin material y sin asesoramiento alguno porque estamos hablando de hace más de treinta año donde no había internet y donde era prácticamente imposible conseguir un libro especializado en fauna en esta ciudad.
–¿Cuándo adquieres ese primer libro?
–Mi primera guía de campo me la compró mi madre en la Librería Cortés y era de la flora y la fauna del Mar Mediterráneo, lo cual me sirvió para ir reconociendo la fauna asociada al litoral porque me gustaban los invertebrados que vivían en las piedras como los cangrejos o los gusanos y me gustaba saber cómo se llamaban esos animales.
–¿En qué momento le dices a tus padres que quieres ser biólogo?
–Se lo dije cuando estaba en sexto de EGB porque lo tenía muy claro y quería ser algo relacionado con la fauna, por lo que les dije que iba a estudiar Biología ya que no quería ser veterinario. Mi formación siempre había sido autodidacta porque antes de irme a estudiar empecé a salir al campo con amigos anilladores como Antonio Cambelo.
–Y te vas a Granada a estudiar la carrera ...
–Sí, en el año 1985 hice las maletas y al llegar a Granada comprobé que muchos estudiantes iniciaban esta carrera para luego pasarse a Medicina. En mi caso, me encontré con numerosas asignaturas que tenían en aquel entonces un enfoque obsoleto y que no servían para nada en cuanto a mi formación como profesional, aunque también tuve asignaturas con un apartado moderno y más profesional de la biología.
–¿Realizas en Granada tus primeras investigaciones serias?
–Efectivamente, estuve un año y medio colaborando con el departamento de Biología Animal de la Universidad de Granada donde hice mis primeros trabajos científicos de faunística, de insectos y taxonomía. Además, en el 1992 el Instituto de Estudios Ceutíes me becó un trabajo sobre la fauna de escarabajos coprófagos de la región de Ceuta.
–Y vuelves a Ceuta ...
–Sí, regresé para trabajar en el año 1994 con contratos temporales en el Ayuntamiento hasta que en el 1996 entré en el Centro de Restauración Forestal y Educación Ambiental (CERFEA), que luego se denominó Obimasa en el 2001.
–¿Qué tal tu experiencia profesional?
–Muy buena porque ejerzo como técnico de Obimasa en asuntos relacionados con la gestión del medio natural, los espacios naturales, actividades en el medio natural, temas de montes y tratamiento de plagas vegetales.
–¿Cómo accedes al cargo de Decano de Ciencias en el Instituto de Estudios Ceutíes?
–Coincidió que ese año se reestructuró el organigrama del IEC y se crearon secciones para una mayor libertad funcional y entre ellas inauguraron la de Ciencias, que en aquellos momentos contaba con un reducido número de miembros. El director del IEC, Simón Chamorro, me propuso formar parte de su equipo, acepté y desde entonces hemos ido enlazando mandatos.
–¿Qué supuso este cambio en el seno del IEC?
–Un buen avance porque en esta ciudad apenas se había tocado el ámbito del conocimiento relativo a las ciencias naturales, salvo algunas publicaciones y una monografía editada en el año 1995, por lo que la creación de esta sección fue la punta de lanza del inicio de las actividades en este terreno.
–¿Qué labor desempeñas en el IEC?
–Soy el coordinador de la sección donde la actividad principal son las “Jornadas sobre el Medio Natural” que comenzamos en el 2003. Preferentemente, intentamos dar relevancia a Ceuta dentro del ámbito académico en cuanto a zonas de interés para realizar investigaciones sobre el medio natural, potenciar la actividad investigadora en este terreno y divulgar el conocimiento que durante esta última década se genera en nuestra región.
–¿Cómo definirías a Ceuta y su entorno desde el punto de vista medioambiental?
–Es un entorno privilegiado a nivel mundial en cuanto a diferentes fenómenos naturales, en primer lugar como punto caliente de biodiversidad dentro de otro gran punto caliente que es la cuenca mediterránea, en segundo término por el elevado número de endemismos faunísticos y florísticos, en tercer término por la composición biogeográfica enormemente variada de la flora y la fauna que imprime una importate singularidad y en cuarto lugar por la importancia mundial del fenómeno migratorio de animales, fundamentalmente aves y cetáceos.
–¿Hacen mucho daños las especies invasoras?
–Sí, tanto a la flora como a la fauna porque es un problema generalizado. En cuanto a flora destacaría la Chumbera y la Pita en el Monte Hacho, que son especies exóticas invasoras que limitan el área de distribución natural y contra las que luchan las especies autóctonas, así como el eucalipto o el galápago de Florida.
–¿Es complicado el control de estas especies?
–Sí, causan muchos problemas y son de difícil control. Hay dos grandes problemas que atenazan a la biodiversidad que son los efectos del cambio climático y las especies exóticas invasoras.
–¿Qué suponen las jornadas sobre el medio natural que todos los años organiza el IEC?
–Sirven para que los ciudadanos conozcan el enorme patrimonio natural que debemos conservar. Por un lado en las jornadas damos a conocer las investigaciones realizadas y por otro lado que esos datos lleguen a los ceutíes en general. La respuesta del público es importante porque la asistencia suele ser muy buena.
–¿Existe conciencia medioambiental?
–Cada año hay una mayor conciencia ambiental, no sólo en la juventud sino en otras franjas de edad que podrían ser más reticentes.
–¿Algún agradecimiento en especial?
–A mi familia, a mi mujer Quique y a mis hijos por su paciencia con mi afición al campo y a los bichos, a mis padres que desde pequeño me han promocionado esta afición, a Simón Chamorro y a los compañeros del IEC.

Es técnico en la empresa Obimasa

FICHA. José Luis Ruíz García (Ceuta, 1967) es el mayor de dos hermanos, cuyo padre es natural de Barcelona y su madre ceutí.
Es biólogo de formación y es técnico en Medio Ambiente en la empresa municipal Obimasa desde el año 1996.
En el año 2002 accedió al cargo de Decano de la Sección de Ciencias del Instituto de Estudios Ceutíes (IEC), al aceptar el ofrecimiento realizado por el director de este organismo, Simón Chamorro, para tener la reponsabilidad de coordinar el área de Ciencias.
A la hora de hablar sobre sus aficiones destaca la investigación en zoología, al manifestar que se considera un “entomólogo” por su inusitado interés por el estudio de los insectos desde que era muy pequeño.
Está casado y es padre de dos hijos (Jesús, de diez años, y Pepe, de dos años).

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