La época de cría de perdiz moruna será la mejor en estos años, tal y como explican desde la Sociedad de Cazadores Se espera que este año nazcan unos 700 pichones de perdiz moruna, dos centenares más de los que la Sociedad de Cazadores crió en 2012 y todo por una climatología que está favoreciendo que su período de cría se alargue, ya que con la llegada del calor se frena el ciclo reproductivo. Así lo ha explicado el presidente de la Sociedad, Antonio López, que se sumergió en el proyecto de recuperación de esta especie hace ya más de una década y que a día de hoy ha conseguido que haya perdices morunas por muchos lugares de la Ciudad y no sólo por el perímetro fronterizo y García Aldave, como sucedía hace un tiempo.
Los cazadores se lo tomaron muy en serio, hasta el punto de ser Ceuta la única región nacional que ha obtenido el certificado genético de esta especie que entró en vigor en el año 2008. Llevan un control exhaustivo y milimétrico de las parejas reproductoras que existen y cada huevo lleva un número que se registra en un libro para saber todos los datos de las puestas. Tan preciso es el trabajo que se realiza y novedoso en este sentido, que unos investigadores italianos han pedido los permisos pertinentes para poder llevar a cabo un estudio de la especie partiendo de la información que archivan al respecto en la Sociedad de Cazadores de Ceuta.
“A lo del tiempo lluvioso y frío se añade lo de que no se superan los cupos de captura con aproximadamente un 15% por debajo de lo permitido, algo que repercute en que haya más ejemplares aún”, explica López recordando que en todos estos años se ha llevado un trabajo costoso que siempre ha contado con la colaboración de la Consejería de Medio Ambiente y eso es algo que agradecen. Sienten que poco a poco se ha ido haciendo realidad lo que comenzó como una idea incluso descabellada y que hoy ha permitido que por todas las zonas controladas de Caza y en diversos lugares donde ya no existían, críen las perdices morunas.
Se trata de una especie propia del noroeste de África que se puede encontrar desde el sur de Marruecos hasta Egipto. Fue introducida en algunas zonas de Andalucía durante la dominación árabe, y en la actualidad se han citado a unos ejemplares en la zona de Gibraltar. La perdiz moruna fue llevada a islas del Mediterráneo, como Cerdeña, y a otras del Atlántico, como Madeira y Canarias, donde ha encontrado una expansión muy irregular y momentos críticos de conservación por el exceso de caza y el abandono del cultivo de gramíneas.
Se defiende de los cazadores perfectamente con sus rápidas arrancadas y vuelo planeado, poniéndose en unos instantes fuera de tiro, para lo que puede aprovechar los cambios de dirección de los cauces de los barrancos o las laderas redondeadas de las montañas en las que se refugia en cuanto comienzan las primeras jornadas de caza. La cría de la perdiz moruna comienza antes, como es lógico pensar, en las zonas costeras, hacia el mes de marzo. En Ceuta ya ha comenzado y será una de las mejores épocas de cría de los últimos años, si no la mejor, tal y como han explicado sus responsables.
Los nidos suelen esconderlos entre matorrales o próximos a piedras protegidas con patucos o hierbas y los pollos, una vez nacidos actúan como todos los de su especie, son nidífugos, ya que abandonan el nido tras su madre y permanecen en su proximidad, incluso cuando están bien desarrollados para formar bandos.