SIGAUS, el sistema integrado de gestión que se encarga de recuperar y gestionar los aceites industriales usados que se generan en España, recogió durante el pasado año 85 toneladas de este residuo en la Ciudad Autónoma de Ceuta, una cantidad que equivale a la recogida de 383 litros diarios.
Cumpliendo con los objetivos ecológicos legales, la totalidad de estos aceites usados procedentes de vehículos y maquinaria industrial fueron valorizados y destinados a los distintos procesos de tratamiento para su aprovechamiento como materia prima, evitando con ello su impacto ambiental.
En la Ciudad Autónoma de Ceuta se consumieron durante 2013 un total de 688 toneladas de aceites industriales. Por sectores, la mayor demanda se dio en el sector industrial con un 52,37% (360 t), mientras que un 47,60% (328 t) del consumo fue en el sector de automoción, empleándose el 0,03% restante (0,2 t) en otros usos —aceites para pequeña herramienta, aerosoles multiusos, compresores o engrase de cadenas, son algunos ejemplos—.
La procedencia del aceite industrial fue mayoritariamente de fabricación nacional, con un 64% del total puesto en el mercado ceutí, mientras que el 36% restante procede de la importación o adquisición intracomunitaria, que respecto a 2012 creció en términos relativos un 6,72%, especialmente gracias a la demanda del sector automoción (75,3%), más activo en la importación que el sector industrial (0,1%).
El consumo de estos aceites, tanto por los vehículos como en procesos y maquinarias industriales, generó durante el pasado año en esta ciudad 85 toneladas de aceites usados, que SIGAUS recogió y gestionó conforme a la legislación medioambiental vigente (Real Decreto 679/2006). Para la recuperación del residuo, la entidad pone en marcha un complejo proceso operativo que es controlado a través de un Sistema de Información Tecnológico (SIT) específico, donde se registran a diario todas las operaciones de gestión de aceites usados que se llevan a cabo en toda España por parte de su red de empresas gestoras. Este instrumento permite monitorizar los movimientos de los aceites usados que se generan en cualquier lugar del país, trazando el residuo desde su productor inicial (talleres, industrias) hasta su gestión final.
Gracias a este control se puede acreditar la correcta gestión del residuo, así como la reducción del impacto ambiental que de lo contrario podría provocar por su gran poder de contaminación. Si el aceite usado es debidamente extraído y almacenado puede ser valorizado en su totalidad, aportando importantes beneficios medioambientales en cuanto al aprovechamiento de los recursos contenidos en él, ya sean materiales o energéticos.