Tras ‘Cupido Contrabandista’ y ‘Puerto África’, cerramos hoy el repaso a las principales películas en las que Ceuta tuvo su protagonismo, con la tercera y última, ‘Novios de la muerte’, dirigida por Rafael Gil y con Fernando Sancho, Pepe Nieto, Antonio Vico, Julián Mateos, Ramiro Oliveros y Helga Liné, junto a dos brillantes e improvisados actores locales de los que hablaremos después. Una producción cinematográfica rodada totalmente en Ceuta, a diferencia de las anteriores, y que ahora merece recordar también, apoyándome en testimonios que sobre ella escribí en estas páginas al final de la pasada centuria.
La cinta se estrenó en Madrid el 15 de junio de 1974 en sesión estrictamente privada. Un mes después, nuestra ciudad se convertía en sede de la gala de la première en el marco del desaparecido cine Terramar.
Toda una serie de entrañables rincones nuestros encontraron su hueco en el filme, hasta un ejemplar de ‘El Faro’ bien visible, vaya. No podía ser de otra manera tratándose de quién la promovió, el recordado periodista Paco Amores, que vio materializado así su sueño de ofrecer una película al Tercio y al pueblo que lo vio nacer. Suyo fueron el argumento, el guión y los diálogos, junto con Rafael García Serrano y Javier J. Salvia.
‘Novios de la muerte’ no fue precisamente una gran producción, pero para los ceutíes y para los amigos de La Legión, todo un éxito. De las críticas me quedé con la de mi admirado ‘Quinín’: “la película supone ante todo una gran voluntad, un encomiable deseo de realizarla sirviéndose de escenario Ceuta. Lo de menos es el argumento, pobre inacabado y repetido. Lo mejor es su carácter y documental legionario. Los artistas digamos que están todos discretos en sus papeles, aunque forzosamente haya que destacar a Julián Mateos, estando muy superior al resto del reparto.”
Conocía muy bien a Paco Amores, desde niño, y desde esa perspectiva me atrevería a decir que la película fue una de las mayores alegrías de su vida. “No todo fue un camino de rosas. En Madrid me pusieron pegas, como siempre. Gutiérrez Mellado fue uno de ellos y, entre otras cosas, me exigió un seguro a la tropa que interviniese”.
La gala de la première en el ‘Terramar’
Los que el 15 de marzo de 1974 asistimos al estreno en el ‘Terramar Cinema’, no olvidamos aquel sábado. La invitación para la sesión de gala exigía “traje largo para las señoras, uniforme nº 3 para los caballeros vestidos de uniforme militar y smoking para los paisanos”. El precio de la sesión 250 pesetas, dedicándose la recaudación “a beneficio del recreo educativo del soldado”. En la sala, el Capitán General de la II Región, el general subinspector de La Legión, autoridades locales, el director y el subdirector general de Cinematografía, alcaldes de las localidades vecinas y los enviados especiales de tres diarios madrileños, ‘ABC’, ‘Arriba’ y ‘Ya’. Todo un acontecimiento sin precedentes en nuestra ciudad, que luego derivó en comentarios elogiosos hacia el Tercio, a Ceuta y a los ceutíes. Aquellos tiempos eran bien distintos.
Amores López sostenía que lo mejor era el final. No fue una película taquillera y creo que tampoco fue ese el propósito de sus productores, por lo que no se mantuvo mucho tiempo en las carteleras. Porque era eso, una película muy nuestra. De los ceutíes, de Ceuta y de La Legión. Del estilo y del sentir legionario y de los que llevamos dentro de nuestro corazón al glorioso cuerpo.
“Es lo que vengo diciendo desde que tengo uso de razón. La Legión tiene un estilo peculiar de estar ante la vida, de entender la milicia y asomarse a la muerte; un estilo único. En Ceuta conocemos bien a los caballeros legionarios y los percibimos siempre en el desfile, en el servicio y en la guerra con sensación de ráfagas como una nota metálica que vibra sin fin.”, decía Paco en la presentación.
Segundas partes nunca fueron buenas
Desde su estreno, ‘Novios de la muerte’ no volvió a proyectarse más en nuestras pantallas. Coincidiendo con el 75º aniversario de la fundación del Tercio se ofreció al público en el salón de actos del Palacio Autonómico, pero en video. Fue un fracaso. La defectuosa calidad de la imagen y un sonido distorsionado terminaron por decepcionar al numerosísimo público que acudió a visionar la cinta. Poco tiempo después en uno de mis programas de ‘Canal Ceuta TV’, ‘Todavía Hoy’, conseguimos una cinta en perfectas condiciones y la emitimos con la presencia en el plató de Basurco y Amores. No les exagero si les digo que en bastantes comercios se agotaron las cintas de video VHS cuando anunciamos que íbamos a ofrecer la película.
Por cierto, que, hasta poco antes de su muerte, Paco Amores anduvo con el proyecto de hacer una segunda producción con Ceuta y La Legión nuevamente como protagonistas, “La novia del legionario”. Tenía escrito incluso hasta el guion. “Pero me faltaba lo principal, un director que piense de Ceuta lo mismo que yo, y eso es más difícil todavía que encontrar a un productor”, me confesó con tristeza el veterano y gran periodista ceutí.
Royuela y Basurco, dos artistas locales de excepción
En el reparto artístico hay que recordar a aquellos dos conocidos ceutíes, ya tristemente fallecidos, que tuvieron un papel en la película: Pepe Royuela y Pepita Basurco. Para poder dar vida a su personaje, Pepe recibió un cursillo acelerado de once días en Madrid. Debía encarnar la figura de un experto francotirador y el de maestro a la hora de borrar cualquier rastro. Pepita, por su parte, encarnó el papel de cantinera, La Manuela.
“Yo formaba parte del grupo de Teatro, Cámara y Ensayo de Ceuta y nunca pasó por mi mente la idea de hacer cine, cosa que me hizo muy feliz. Rafael Gil me citó en el ‘Muralla’ y nada más verme dijo a su ayudante que yo era el tipo ideal de mujer que precisaban para el personaje. Me aseguró que todo el mundo me iba a respetar, como así fue. Lo que me sorprendió es que me caracterizaran como una mujer metidita en años.”, me contaba Basurco para quien “la película gustó por su preciosa trama ya que mostraba lo que es La Legión, y como el odio se termina convirtiendo en amor al final”.
Para Royuela aquello fue “algo imposible de olvidar por muchísimas razones.”
Casi todo quedó en casa
Podría decirse que con ‘Novios de la muerte’ casi todo quedó en casa. Los legionarios del II Tercio y el acuartelamiento de García Aldave eran auténticos, Basurco y Royuela eran ceutíes de pura cepa y muy conocidos. Rincones como el puerto, el Pasaje Fernández cuando los atraviesa Pepito desde Colón hasta Velarde o la mismísima plaza de España por la que se pasea la primera actriz en prendas íntimas en pleno mes de diciembre. ¡La que se montó con esa escena el día de su rodaje!
Otro tanto podemos comentar de la plaza del Teniente Ruiz y de ‘Er Contró’ (sede que ocuparía después de la Tertulia Flamenca), un magnífico marco para ubicar el café de La Manuela abarrotado de legionarios y de “alegres chicas de la vida”, que se reclutaron para el rodaje en el mismísimo Hadú, cuando todavía proliferaban algunas de estas mujeres por el barrio.
Como los quince uniformes legionarios antiguos que hubieron de confeccionarse para filmar unas acciones retrospectivas salieron igualmente de Ceuta, en concreto del taller de la firma Benoliel, que se volcó con el rodaje y no quiso cobrar ni una sola peseta por el encargo. Obligado es citar también al teniente coronel Juan Ávalos como asesor militar, a Juan Orozco, a los bomberos con su personal y vehículos… Posiblemente se me olvide alguien, puede ser, porque fue mucha la gente que se movilizó. Y como digo, todo quedó en Ceuta.
Ya por fin me permito animarlos a que se descarguen la película de internet, donde la tienen colgada. Pasarán un buen rato.
Seguro.
Falta citar como escenario de grabación el antiguo club CAS, donde se simuló el interior de un barco en lo que era el salón social.
Una impresición, En el escrito se menciona que sólo se proyectó en el terramar, no es cierto, yo vi la pelicula en el Terraza Cervantes (en la Plaza Azcarate, hoy calle Alvarez)
Imprecisión es escribir esa palabra de semejante manera