Ha sido una de las agresiones más duras de las que recuerda la Policía. No quizá tanto por el empecinamiento de varios individuos en evitar que agentes de la UPR pudieran detener a un residente del Príncipe al que le constaba una orden de detención por un asunto de violencia en el ámbito familiar.
Más por los insultos y amenazas que recibieron los componentes del Grupo, cuya finalidad no es otra que evitar que los agentes suban al barrio.
Es el deseo de quienes se unen para proteger al que va a ser detenido y apedrear, de manera consecutiva, a las fuerzas de seguridad.
Pero no lo es de todo el barrio. De hecho el presidente de la asociación de vecinos del Príncipe Alfonso, Kamal Mohamed, ha condenado la agresión sufrida en la madrugada del jueves al viernes por la UPR haciéndola además extensible a la producida esta misma semana contra el sector de autobuses.
Traslada así el mensaje de muchos vecinos del barrio que no comulgan con los que rechazan la presencia de las fuerzas de seguridad.
En la detención que ha motivado esta reacción, la UPR se tuvo que esmerar porque la persona que finalmente detuvieron emprendió la huida por distintos puntos de la barriada, llegando a saltar incluso por tejados y arrojarse desde un muro situado a una altura de unos 4 metros.
La UPR objeto de amenazas directas de un grupo que quiere evitar su presencia
Una vez detenido y reducido fue cuando comenzó una auténtica emboscada, en donde se visualizó más allá de las piedras esa violencia verbal tendente al rechazo.
Un grupo de individuos llegó a formar una auténtica barricada humana para impedir que se trasladara al detenido, arrojando además objetos.
Lo que mayor preocupación ha causado, al margen de lo descrito, ha sido la cascada de amenazas vertidas contra los policías: gritos, amenazas de muerte y advertencias de que iban a conseguir que la Policía no volviera a subir al barrio.
El objetivo perseguido por ese grupo concreto de personas, que no representan a todo el barrio pero sí consiguen una imagen indeseada del mismo, es intimidar a la presencia policial para convertir la barriada en su lugar de control, sin la presencia del subgrupo del Príncipe.
Personalmente pienso que la policia se merece que la traten como a ratas que vienen a propagar una peste por la barriada y las echen a pedradas. y que conste que no es que este a favor de esa chusma que les apedrea, pero las fuerzas de seguridad en esta barriada son percibidas como fuerzas desestabilizadoras.
Los vecinos que vivimos aqui no nos hace ninguna gracia que la policia venga aqui armada hasta los dientes solo cuando les interesa o cuando tienen que llevar alguna operacion como esta. Mientras no exista una presencia diaria de agentes por la barriada, los vecinos no podremos confiar en ellos. Necesitamos un apoyo de parte de ellos que sea real, diario y social., no nos sirve que suban en plan mercenarios y despues desaparezcan hasta que pasen 3 o 6 meses y despues vuelvan a aparecer como manadas de monos rabiosos con ganas de disparar sus pistolitas de goma y poniendo la barriada patas arriba.
Es la unica forma de que la delicuencia desaparezca y haya una buena convivencia. No pueden cargarnos la responsabilidad a nosotros y despues quejarse de que los vecinos no hacemos nada por evitar los apedreamientos...y vosotros haceis algo para que nosotros podamos ser parte de la solucion ??? no..no haceis absolutamente nada !!! incluso creemos que vosotros sois el problema de esta barriada, la falta de seguridad provoca inseguridad.
Unas fuerzas del orden que son echadas a pedradas...nose yo si os merecis llamaros asi.
Teneis que hacer algo para acabar con esta situacion, o vuestros jefes o el delegado del gobierno o la madre que va a parir a san pedro del pinatar...me da igual.
pero hacer algooooooooooooooooooo..
se debería de incrementar tanto la sanción económica como con prisión un mínimo de dos años sin fianza ni redención de condena el ataque a cualquier trabajador sea del gremio que sea