Ceuta a la cabeza del número de discapacitados junto a Galicia y Melilla

Un estudio editado por La Caixa acaba de confirmar la relación que existe entre la pobreza y la discapacidad· La ciudad tiene una de las tasas más altas del país con un 11,3%

Un estudio de la Fundación La Caixa ha demostrado que ser pobre multiplica por cuatro el riesgo de sufrir una discapacidad. Galicia, Ceuta y Melilla, se llevan la palma en tasa de discapacidad con un 11,3 por ciento de sus habitantes. pero hay un dato que debe precisarse en este estudio y que el propio autor ha resaltado: en Ceuta, pese a tener rentas tan sólo un 2% por debajo de la media nacional, hay más de un 11% de personas discapacitadas, de ahí que la alta tasa de prevalencia de la discapacidad en la Ciudad responda a otros parámetros diferentes de los del resto de regiones que no reflejan el estudio. ¿Cuáles son esos parámetros? El coordinador, Carlos Pereda, achaca a “un problema de fondo basado en las desigualdades sociales, así de simple”. Abordarlo es complejo, pero sería la única forma de atajarlo: partiendo de un reparto equitativo de la riqueza en una sociedad cada vez más desequilibrada con más ricos, más pobres y menos clase media.

Las personas con rentas bajas tienen cuatro veces más probabilidades de sufrir una discapacidad que quienes disfrutan de una situación económica más acomodada, según evidencia el estudio 'Discapacidades e inclusión social', elaborado por el Colectivo Ioé (equipo de investigación social independiente) y editado por Obra Social La Caixa.
El trabajo se ha realizado a partir de la Encuesta sobre Discapacidad, Autonomía Personal y Situaciones de Dependencia (EDAD) de 2008 señala, concretamente, que la tasa de discapacidades en los hogares españoles con ingresos inferiores a los 1.000 euros mensuales es del 8,4%, casi cuatro veces superior a la registrada en las familias que viven con más de 2.500 euros al mes, que se sitúa en el 2,4%.
Tal y como indicó en la presentación del informe Carlos Pereda, uno de sus autores, hay una correlación sistemática entre dos variables: a menos renta del hogar, mayor tasa de discapacidades. Y es que “hay discapacidades que proceden de enfermedades y las enfermedades requieren de cuidados y atenciones de los que los ciudadanos con rentas bajas no siempre disponen, o, al menos, no en la medida que sería necesario”.
Pereda apuntó también que, pese a la "importante renta" aportada por más de un millón de pensiones de incapacidad, que percibe el 75% del colectivo, los ingresos medios por hogar son un 25% más bajos que en las familias sin discapacidad, ya que esas aportaciones no compensan la baja tasa de actividad que se registra en el grupo social de la discapacidad
Otro hecho que constata este trabajo es el bajo nivel educativo que, en general, tiene el colectivo de personas con discapacidad. Del millón y medio de ciudadanos en edad laboral en 2008, el 7% eran analfabetos, frente al 1% de la población general. Del mismo modo, el 16% de las personas con discapacidad había conseguido en la misma fecha terminar la educación secundaria y el 12%, estudios superiores (24 y 26% de la población general, respectivamente). En este punto, Pereda precisó que si se tiene en cuenta que la discapacidad sobrevino a la mayoría de la población analizada después de cumplir los 16 años, es fácil concluir que el déficit escolar no se debe tanto a la discapacidad misma como a la extracción social precaria de sus familias. De hecho, añadió que las personas con discapacidad que viven en hogares con una renta superior a 2.500 euros al mes han terminado estudios superiores en una proporción mayor (37%) a la media de la población general (26%).

Un problema de base: la desigualdad social

La cuestión de fondo, en opinión del coordinador del estudio, Carlos Pereda, es más una cuestión de pobreza y de desigualdad, el principal tema que debe abordarse y del que se debe partir para mejorar la situación. “Debemos plantearnos una sociedad más justa con un reparto de riqueza más equilibrado porque lo más reseñable del estudio es que la discapacidad afecta a las personas con menos ingresos y eso hasta ahora, no se había podido demostrar por lo que para remediar los altos índices de discapacidad debemos repartir y equilibrar los recursos sanitarios, educativos, sociales y en definitiva todo lo que afecta a la calidad de vida y al bienestar de la población”, apunta el experto. Una vez concluido el análisis, los autores del estudio advierten que es necesario mantener la universalidad de acceso a los recursos públicos de salud y servicios sociales, con medidas que faciliten una atención de calidad y con los apoyos necesarios a todas las personas con limitaciones funcionales.
El objetivo sería evitar el elevado déficit existente entre las personas con discapacidad en esos ámbitos (enfermedades crónicas, fracaso escolar, etcétera), así como el no acceso de un cuarto de millón de personas a los necesarios servicios sociales y de rehabilitación. En este contexto, es clave que el desarrollo de la Ley de Dependencia no se frene a raíz de las medidas que se vienen adoptando para reducir el déficit público, tal como parece haber ocurrido. Y menos en un país que se perfila como el más envejecido del mundo en 2050, según la OMS.
En cuanto a las personas en edad laboral, los autores del informe proponen que la política de pensiones debería orientarse a cubrir las necesidades de quienes no pueden trabajar, potenciando las medidas de apoyo a la inserción laboral de quienes están en condiciones de hacerlo, en un marco general de reparto equilibrado del empleo entre toda la población del país.

En Ceuta hay que seguir trabajando “y concienciando”
El pasado mes de abril, el CERMI presentaba un estudio sobre la situación de la discapacidad en la Ciudad. Entonces se pusieron los puntos sobre las íes de las carencias que tenían en cuanto a recursos y necesidades los 7.500 discapacitados que vivían en Ceuta.   El presidente de la entidad se trasladó a la ciudad para formar parte del estudio y alentó a las partes implicadas a ponerse a trabajar “con el rigor de un informe que destaca valores como el de una gestión por encima de la media nacional y una ambición colectiva por mejorar”. Los puntos a mejorar siguen siendo muchos y la responsable del CERMI en Ceuta, Mercedes Medina recordó la gran tarea pendiente en la eliminación de barreras y no deja de pelear junto a todos los que forman parte del organismo por mejorar la calidad de vida del colectivo.
El estudio, recoge en sus conclusiones propuestas de mejora muy concretas como la de la creación de un Organismo de Gestión Educativa o reforzar la figura del tutor como elemento fundamental de inclusión educativa, fomentar programas de transición a la vida adulta o facilitar la presencia estable del CERMI en los procesos de selección de las personas que se contratan en los Planes Especiales de Empleo. “Hay mucho trabajo que hacer y es importante la labor de concienciación porque resulta impresentable que en el año 2012 los discapacitados no puedan viajar con libertad porque ni barco ni helicóptero cumplen con la accesibilidad”, recordó Medina entonces agradeciendo a la entidad nacional la promesa cumplida de hacer el estudio y recordando que hay que seguir trabajando en unión para concienciar a a población de las necesidades del colectivo. Uno de los colectivos más amplios del país.