Los invidentes del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Ceuta no aguantan más. Tras las puertas del Jaral viven cinco, todos marroquíes, que llegaron a la ciudad entre septiembre y octubre del año pasado. Ha pasado un año y siguen en busca de una vida mejor en un país que ofrece más oportunidades para los discapacitados que el suyo. Pero se han encontrado con otra realidad de la que ahora pretenden huir.
Ilias Abghouni es uno de ellos. Nació en Tetuán hace 23 años. Desde nacimiento padece una ceguera total que le ha impedido labrarse un futuro en su país, Marruecos. Estaba sin nada y la desesperación por no poder ayudar económicamente a su familia le llevó a buscarse la vida. Por eso, no dudó en venirse a Ceuta.
Ese anhelo de poder ayudar a su familia no se cumple aún un año después. “Sí, vine para cambiar mi vida y para buscar una mejor que la que tenía antes en Marruecos. Pero, estamos igual, sin nada. Eso era lo que esperábamos pero aquí en el CETI no hay ayudas la verdad. Yo personalmente y mis compañeros vivimos la misma vida ahora que vivíamos en Marruecos. No hay ningún cambio”, explicó el joven.
Cruzaron el paso del Tarajal buscando una acogida en el centro del Jaral y escapando de un país en el que estas personas no tienen derechos a pesar de las protestas que hicieron en la calle. Ahora esperan unas buenas noticias que no llegan en el CETI, en Ceuta, donde no quieren seguir. No saben qué hacer para poder cruzar a la Península. Por eso, este miércoles a las 11:00 horas se manifestarán los cinco juntos a las puertas de la Delegación del Gobierno para pedir que les dejen salir cuanto antes.
“Nos queremos manifestar por el tema del traslado porque ya pasamos mucho tiempo en el CETI y queremos salir porque mucha gente ha ido a la Península y nosotros aún no. Queremos salir lo más pronto que se pueda porque estamos muy cansados de la vida en el centro y hay muchos problemas ahí. En el CETI no hay mucha gente ahora, casi 170 personas y cada semana salen a la Península mucha gente, unos 25 o 30 y nosotros no. ¿Por qué? He hablado con el director del CETI para que nos ayude y dice que no puede hacer nada ahora”, prosiguió.
No quieren seguir viviendo en un CETI en el que no aguantan las malas condiciones en las que conviven, según ellos. Dificultades que pasan por coger la comida en el comedor o a la hora de limpiar su habitación. Nadie les ayuda. Además, piden a la Ciudad que les conceda un bonobús que les permita moverse por Ceuta.
Llevan un año esperando una salida a la Península que no llega, a pesar de formar parte de un colectivo especial con muchas necesidades. Nadie les da una respuesta. Por el momento, seguirán alzando la voz para conseguir su objetivo: cruzar el Estrecho.
Hoy son cinco, mañana miles, pasado millones, y la semana que viene toda África...
FADUA: COMPLETAMENTE DE ACUERDO CON UD.
Estos cinco caraduras que se vuelvan a su país. Ya está bien de pedir y pedir y pedir. Son marroquies y por eso no pueden ir a la península, así que cuando puedan retornar a su pais que los devuelvan allí y le pidan a su rey.
N entiendo... Cruzan ilegalmente, les dan un sitio donde dormir, alimento, ropa etc etc, pero luego siempre kieren mas... Y mucha gente nacida en Ceuta pasando hambre, en que mundo vivimos????