Era un joven de 24 años, desempleado, estudiante de máster cuando en un “arrebato de locura” decidió presentarse a un programa de talentos con un talento poco usual o, quizá mediático, o poco visto, pero que le catapultó hasta el triunfo, la fama y le ha cambiado la vida. César Brandon llegó hace siete años a Ceuta para estudiar Educación Social.
“Vine con otros compañeros con una beca de Cooperación que ganamos”, recuerda. Cuatro años después, tras terminar los estudios universitarios, vivió un año en Mérida y ya lleva dos en Ciudad Real, donde se ha dedicado a estudiar y a escribir.
"Me sentía algo incomprendido pero, en el fondo, a todos nos gusta sentirnos especiales"
El joven, natural de Guinea Ecuatorial, no se presta tanto a la conversación que mantenemos, en pleno viaje a Zaragoza, como al recital en el que se sumerge para abrir sus sentimientos y “su alma”. Todavía le cuesta, esto de la fama es nuevo pero, asegura, que lo lleva con naturalidad, entusiasmo y está convencido que “no le cambiará”.
De la capital maña se trasladará en un viaje relámpago hasta Ceuta, de la que dice que fue y es su hogar, para inaugurar mañana, a las 20.00 horas en la Biblioteca Pública, los encuentros de autor de la Feria del Libro.
– Partió de Ceuta como un estudiante más, recién graduado, y regresa convertido en una estrella. ¿Quizá esto no lo dibujaba ni en el imaginario más fantástico de sus poesías?
–Todavía vivo en una nube de ensueño. Es fantástico todo lo que está ocurriendo pero, a la vez, también abrumador.
Desde que me fui he vuelto en varias ocasiones, aquí sigo teniendo contacto con mis amigos y vuelvo cada vez que puedo, pero esta ocasión es muy especial, más que como una estrella soy un hijo que se ha ido y regresa a casa emocionado.
–¿Por qué decidió presentarse a un programa de talentos con un talento tan poco usual?
–Definitivamente fue una idea loca, y a día de hoy lo sigo pensando, aunque sí es cierto que dentro de todo aquello que se me pasó por la cabeza, hay parte de meditación previa. Vi una oportunidad, una ventana abierta para exponer lo que hago y decidí cogerla.
–¿Cómo le ha cambiado?
–Ahora tengo mucho menos tiempo para mí, a nivel personal, pero a en el ámbito profesional siento que me estoy realizando, es justo lo que quería, lo que buscaba.
Ha sido un cambio muy radical, y a partir de aquí se abren muchas más puertas, tengo muchos proyectos pendientes con ganas de poner en marcha, aunque no quiero dejar de lado mi faceta de educador social, y la idea es combinar ambas, quiero crear, porque yo no soy poeta, soy un creador.
–¿Cómo se inmiscuyó en el mundo literario?
–Fue sobre el 2013, más o menos. Comencé en prosa pero poco a poco surgió la poesía. Es algo que no planeé, en algún momento, no sé cuando, se cruzaron las rimas en lo que hacía. Escribía prosa que luego tenía rima y quedaba como poesía.
–¿Cómo definiría su poesía?
–Sincera y personal. Me inspira todo lo que encuentro en el camino, la vida en general, las personas. Me gusta escribir muchísimo sobre el universo, sobre todo lo que concierne a los seres humanos.
–¿Alguna vez se sintió un incomprendido por su faceta como poeta?
–Por supuesto, aunque creo que en el fondo todos nos sentimos alguna vez algo incomprendidos porque tenemos la necesidad de sentirnos especiales, aunque siempre tuve un pequeño público ahí que me escuchaba y me leía.
–¿Ha rescatado el ‘huracán’ Brandon la poesía de entre el público juvenil? –(Ríe)
Creo que sí, pero lo sé porque me lo han dicho, y eso me genera una responsabilidad muy importante. Tan solo les digo, ahora que habéis comenzado seguid leyendo
–¿Cree que los poetas todavía tienen un hueco en el mundo actual?
–Siempre ha habido poetas. Aunque es un género que tiene picos, hay etapas. Desde 2011 ha resurgido gracias a autores como Marwan, César Poetry o Diego Ojeda, entre otros.
Quizá si ellos no hubiesen estado lo mío tampoco hubiese sido tan bien acogido, quizá habría resultado más extraño. – Llega para inaugurar la Feria de Libro así que, en plena fiesta de las letras
¿Qué lectura recomendaría?
–El Capitán de las Sardinas (risas), es una divertidísima parodia de la novela policiaca. Es muy graciosa, no me van los dramas, la lectura me tiene que hacer reír.