La Policía Nacional está trabajando en mejorar la figura del interlocutor policial que hay en los hospitales, cuya función principal es atender al personal en caso de una agresión, estudiando en estos momentos la forma de que los profesionales que sean víctimas de una agresión durante su jornada laboral, pueda interponer la denuncia in situ, sin necesidad de acudir a la comisaría tras terminar su turno. La medida, que aún no se ha valorado a nivel local, ha sido bien recibida tanto por el Ingesa como por los sindicatos sanitarios.
No obstante, la parte social coincide en que no se están poniendo medios disuasorios suficientes para evitar que las agresiones lleguen a producirse. Javier Montero, vocal del CSIF en Ceuta, aplaude la medida que está estudiando la Policía, pero va más allá aseverando que entre el 80 y el 90% del personal que trabaja en el hospital desconoce qué hacer en caso de ser víctimas de una agresión. Cree imprescindible que ya que existe esta figura, Ingesa debería hacer una campaña de información interna para dar a conocer qué servicios puede prestar, así como cursos de defensa, “no de autodefensa”, aclara Montero, pero “sí una formación para saber cómo actuar en caso de agresión”.
Reitera que esta medida no se está llevando a cabo en la actualidad, así como otras para reforzar la seguridad en el centro hospitalario. Reconoce que se habilitó de botones de pánico al área de Psiquiatría, pero otras como Urgencias carecen de estes dispositivos, pese a ser el lugar donde más agresiones se han dado.
Montero insiste en que es necesario hacer un estudio que identifique los focos rojos del centro y contratar el personal de seguridad suficiente para sus dimensiones y su actividad. “Ahora mismo es insuficiente”, hecho que ya han puesto en conocimiento de los diferentes equipos directivos “y lo vamos a seguir diciendo a los que estén hasta que no lo cambien”.
Una medida que tanto CSIF como el Colegio Médico ven imprescindible y que debe de implantarse ya es el arco de seguridad en la entrada del hospital. Enrique Roviralta, presidente del Colegio Oficial de Médicos en Ceuta, no se explica cómo en otros edificios públicos como puede ser el Palacio Autonómico o Hacienda tengan un control de acceso y en el Hospital no. Coincide igualmente que es necesario elaborar un mapa de riesgos en el centro, ya que hay zonas como Urgencias o Atención Primaria que adolecen de seguridad.
Celebra la medida de la Policía Nacional, al igual que la figura del interlocutor policial -presente en los centros sanitarios de 2017-, pidiendo que se aplique también en Ceuta, pues considera que de esta forma los profesionales tendrán más facilidades para denunciar, “que es lo importante”. Lamenta que muchas agresiones se desconocen porque no existen estas facilidades.
Por parte del Ingesa, reciben esperanzados esta medida, ya que reconocen que muchas veces el profesional se frena a denunciar por no ir hasta la comisaría a declarar, una vez que se haya terminado el turno, y demorar horas hasta culminar el proceso. “Todo lo que sea facilitar que se pueda denunciar y que haya inmediatez en todo y así la gente tenga esa inmediatez de causa-efecto”, puntualizan desde el Instituto.
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