Cuatro nuevos ejemplares de tortuga boba (rubia y morena) fueron rescatadas ayer por el Centro de Estudios y Recuperación de Animales Marinos (CECAM) tras la llamada recibida por las almadrabas Fray Martín y Pesquera de Ceuta. Habían quedado atrapadas en el copo y varios miembros de la asociación las trasladaron a sus instalaciones. “Dos de ellas se encuentran muy mal, tienen golpes en el caparazón. La más pequeña tiene muchos parásitos y está muy cubierta de vida marina. Otra presenta una flotabilidad positiva y no se puede hundir lo que le dificulta alimentarse. Tenemos otra que ya lleva un tiempo aquí y ya estamos a punto de soltarla”, explica el presidente de CECAM, Juan Carlos Rivas.
Las tortugas permanecerán en agua dulce el tiempo necesario para eliminar los parásitos y las lapas pegadas en sus caparazones. En función de la gravedad del animal, su recuperación puede variar entre los siete y ocho días. Será el veterinario quien determinará el periodo que estarán en estas piscinas antes de la suelta a su medio natural. “Se les inyecta antibiótico, las valoran y hacen el seguimiento. Nuestro trabajo, tras recuperarlas, es mantenerlas en la sede del CECAM y estar pendiente de todas sus necesidades”. En algunos casos en que el caparazón presenta una rotura grave es necesario recomponerlo para evitar la muerte del animal.
Tanto la tortuga boba, como la laúd se encuentran en peligro de extinción y es en esta época cuando más riesgo corren. “Ahora se han montado las almadrabas y al cruzar y descansar suelen caer. Ahora se ven muchas más”, apunta Rivas. Aún así, se congratula de que “las almadrabas se están portando porque están obligadas a cumplir unos requisitos y cada vez que cae una tortuga nos llaman”.
Para ver el vídeo, entre AQUÍ