Este domingo se han liberado dos ejemplares de tortugas bobas en la playa de San Amaro de la mano del Centro de Estudios y Conservación de Animales Marinos (CECAM). Diez animales de esta especia se han devuelto al mar en lo que se lleva de verano, después de pasar seis semanas en las instalaciones de dicha entidad. Un estudio minucioso en el que se desparasita al reptil y se limpia de todo plástico que contenga en el organismo. Aún quedan por devolver otras tres, de las que no se sabe fecha todavía.
San Amaro se ha llenado de curiosos, tanto pequeños como adultos. Una cita como esta siempre despierta el interés y muestra de ello son las varias decenas de personas que se han congregado en esta playa de Ceuta. Para algunos es su primera vez, no habían sido partícipes de una suelta de tortugas. En cambio, otros ya sabían cómo se realiza y valen como guías de los novatos.
Las tortugas han llegado separadas en una cuba. La primera tomó tierra sobre las 11.00 horas. Pocos metros la separaban del agua, su hábitat natural. De donde vino, ahora regresa con una mejor calidad de vida. Atrás quedan los restos plásticos que ha soltado en las últimas semanas. “Algunas de las que nos han llegado han defecado hasta un tapón de las botellas”, matiza Manuela Canto, voluntaria de CECAM.
Esta, al menos, no ha tenido que pasar por tal situación, pero sí que soltado otros enseres de menor tamaño. En apenas dos minutos, esta caretta caretta llegó al mar. Los aplausos no han faltado, seña de la que vida continúa, le brinda otra oportunidad para seguir su trascurso.
Voluntarios que forman parte de la campaña ‘Muévete por el reciclaje’ también se han encontrado en este punto de la ciudad autónoma. En su caso, tenían la misión de repartir bolsas de rafia de distintos colores. Amarillo para el plástico, azul para el cartón y verde para el vidrio. El cometido está claro, seguir concienciando de la importancia que tiene el reciclar y reutilizar aquellos objetos que desechamos. Mientras ellos conversaban con los allí presente, llegaba el 4x4 que traía al segundo ejemplar de tortuga.
Retorno al agua
La misma expectación se ha servido con este animal. Y en este caso, los niños han tenido su momento de protagonismo. Son muchos los que se han acercado al cubo para tocarla. Los voluntarios del CECAM advertían que “mejor por el caparazón, si no se puede estresar”. Mientras tanto, Manuela Canto le tocaba la cabeza con suavidad al reptil para tranquilizarlo. Este método ha servido, eficaz para no hacer pasar un mal trago a la tortuga.
Manuel Toledo, también del Centro de Estudios y Conservación de Animales Marinos, ha servido como profesor para explicar a los niños y niñas la importancia que tiene el cuidado de los fondos marinos. “En la actualidad, tenemos siete clases de tortugas marinas y todas están en peligro de extinción. Es decir, que si no las cuidamos, ni tampoco lo hacemos con los mares y océanos, estos animales van a desaparecer”, dice Toledo en medio del público infantil. Además, explica que “estos seres vivos tiene un papel importante porque capturan mucho CO2 de la superficie terrestre que luego depositan en los fondos marinos”.
Los pequeños no han perdido detalle de las palabras del especialista. Además, los valores ecológicos no han faltado porque se ha demostrado que los fondos marinos están minados de plásticos y que si no se toma conciencia de ello, “esto repercutirá en un futuro de forma directa al ser humano”, aseveran los voluntarios. Además, si se les habla a los jóvenes de ello, “estas generaciones son las que nos salvarán”, afirma Toledo. De todos modos, esta causa es de todos, no de solo unos pocos.
Tras esta charla magistral de varios minutos, tuvo lugar el momento de decir adiós a la tortuga. Entre varias personas la llevaron casi directamente al agua. A los pocos segundos ya nadaba, sentía la libertad de volver al lugar de origen. Tanto esta como la anterior comprendían la edad de los 15 años y pesaban unos 30 y 40 kilos. Por un instante, parece que no había sucedido nada en esta mañana de domingo, pero sí que ha ocurrido bastante.
Balance estival
En lo que se lleva de verano, CECAM ha liberado diez tortugas bobas. Aún quedan otras tres iguales en las instalaciones. Se desconoce por el momento cuándo regresarán al mar. Además, estos no son los únicos animales a los que presta atención el Centro, ya que esta misma semana ha rescatado a un rorcual en la zona de la almadraba.