El Centro de Estudios y Conservación de Animales Marinos (CECAM) ha rescatado una tortuga, caretta caretta o boba, la especie que habitualmente se encuentra mayoritariamente en aguas del Estrecho de Gibraltar.
Se trata del decimoséptimo ejemplar que esta asociación rescata de las redes de la Almadraba y, al igual que en los casos anteriores de recuperaciones de quelonios, sufre problemas de flotabilidad debido a la ingesta de plásticos, “aunque no es un caso muy grave”, ha apuntado el presidente del CECAM, Juan Carlos Rivas. “Tiene la flotabilidad alterada, pero no demasiado y presenta incrustaciones de algas, pero por lo demás se encuentra en buen estado de salud”, ha añadido.
El último ejemplar recuperado por los buzos de la Almadraba en el copo se trata de una tortuga adulta de mediana edad. Ya ha sido trasladada a las dependencias del CECAM, donde permanecerá una temporada hasta que pueda ser devuelta al mar. Los voluntarios de la asociación han llevado a cabo varias sueltas de estos quelonios, principalmente en la playa de San Amaro, ante la atenta mirada de ciudadanos que, cada vez con más frecuencia, se suman a estos actos para participar de la liberación del animal.
La temporada de la almadraba concluye en noviembre y la retirada de las redes también pondrá fin a estos rescates, al menos el de aquellas tortugas que suelen caer en estos aparejos de pesca.
Hasta el momento, el número de tortugas rescatadas es similar al del pasado año por estas fechas, según ha comentado Rivas. “Quizá sea un poco mayor que el pasado año, En la temporada anterior rescatamos 30 y este año ya vamos por la 17 y aún nos queda un mes de almadraba”.
Hasta entonces, los voluntarios del CECAM continuarán con su loable tarea de rescatar, recuperar y, posteriormente, soltar en su hábitat a estos animales que, al igual que muchos otros, son las víctimas inocentes del destrozo que la mano del hombre está causando en el medio ambiente y en los fondos marinos.