CEAR lo tiene claro. Las sentencias están para acatarse y la que ha dictado el TSJA en relación a la validez de las tarjetas amarillas para posibilitar el embarque de los inmigrantes que las portan no tiene vuelta de hoja. “Lo dice claramente el fallo judicial”, advierte el abogado de CEAR, Alberto Revuelta. “Al inmigrante que llega al puerto con este documento la Policía lo tiene que dejar pasar”, señala.
De momento no está siendo así, ya que, tal y como valoró el delegado del Gobierno, José Fernández Chacón, a los periodistas, se está esperando una instrucción de la dirección general de política interior para saber cómo actuar. “La sentencia es definitiva y es lo que dicen los jueces. No cabe ningún recurso que afecte al fallo del tribunal porque es la segunda instancia y ya no hay más instancias salvo el Constitucional”, apostilla.
Con varias sentencias ya en el mismo sentido, de momento no se están aplicando en la ciudad y CEAR advierte de que la ejecución debe llevarse a efecto. No cabría esperar determinación alguna de Madrid, ya que en el fallo que publicó este medio se hace referencia a una orden dictada por la Delegación del Gobierno en Ceuta, que se considera “no ajustada a derecho”. “La sentencia va contra la orden del delegado y el que tiene que cumplirla es el delegado. Si no la cumple habrá que exigirle responsabilidades”.
Cuatro abogados voluntarios de CEAR han sido los encargados de presentar los recursos de aquellos inmigrantes que se lo han solicitado. Pero ellos no son los únicos, ya que otros subsaharianos han recurrido a abogados del turno de oficio de Ceuta.
Las sentencias se refieren a cada caso concreto, sin que todavía esté definida la posible extensión del fallo a los demás inmigrantes. Tal y como confirmó Fernández Chacón, en estos momentos son 11 los subsaharianos que disponen de esta tarjeta ya que otros que también las tenían ya no se encuentran en el CETI. En origen eran más de 40, entre ellos algunos de los que deportaron a Camerún el pasado 20 de octubre.
Notificaciones imposibles de hacer
La marcha de inmigrantes portadores de tarjetas amarillas a la península es un hecho. Tal es así que algunos de los afectados que habían presentado recurso están ahora ilocalizables. Al margen de los 80 traslados que ha habido de personas incluidas en los grupos de riesgo, también han desaparecido subsaharianos que han conseguido embarcar de manera clandestina, en su gran mayoría escondidos en los bajos de vehículos aunque también contando con la connivencia de terceras personas.