El tiempo apremia y las respuestas son las mismas. El 31 de agosto Trace dejará de ser responsable de su servicio y aún no ha resuelto la subida del IPC del 3%. Así lo señalan desde CCOO y UNT. A día de hoy, siguen sin un solo avance en este sentido. Es esta la razón por la que, si su próxima reunión con la Ciudad no da fruto, llamarán al personal a la movilización en Ceuta.
La fecha del encuentro aún está por determinar y este será el que dé paso o detenga parones en la plantilla de empleados. Los dos sindicatos consideran que esta es la última medida antes de que sea demasiado tarde. Aplicar esta cifra del 3%, cerrada en diciembre del pasado año, supondría para cada operario una ganancia de en torno a 500 euros.
Solo tienen noticias de que, de momento, su reclamación será cumplida a medias. Después de una serie de conversaciones con la Ciudad, Javier Lirio, delegado sindical de CCOO en Trace, de CCOO asegura que ellos se comprometen a aportar un 2% a partir de septiembre. Sin embargo, las cantidades correspondientes entre enero y agosto son responsabilidad de la empresa privada operativa hasta este final de verano, tal y como apunta.
Lirio indica que la compañía ya percibe este IPC. “Lo está cobrando, pero a nosotros no nos han aplicado esa subida”, puntualiza. Las contestaciones son distintas de un lado y de otro en torno a esta cuestión. “Dicen que no tienen margen y que, según la Ciudad, no pueden negociar, pero, desde el Gobierno, nos comentan que pagarán el 2%, pero que el resto lo tiene que entregar la empresa”, especifica.
Francisco Javier Guerrero, delegado de UNT en el Comité de Empresa de la firma, ante esta incertidumbre pide a la Presidencia de Ceuta que medie y que dialogue con la compañía. “Juan Vivas y el consejero saben lo que está pasando, que no se quieren sentar. A ver si ellos pueden conseguirlo”, expresa. “A nosotros no nos hacen caso”, estima. “Aquí cada uno se pasa la pelota a su tejado”, manifiesta. No es el único que muestra un patente descontento ante lo que expone como una falta de soluciones. Traslada el sentir general de los empleados, que aseguran estar “muy enfadados”.
A su vez, informa de que entre ellos existe cierto pavor. “Tienen miedo en el cuerpo. Dicen que se cambia de empresa, pero que la dirección es la misma”, detalla. Guerrero corrobora este parecer. “Los trabajadores están que se suben por las paredes. Hay que negociarlo. Si no se hace, se puede perder”, asevera.
No es la primera vez que se da un episodio similar. Los dos sindicatos afirman que el personal ya ha acumulado un 15% de pérdidas de IPC. Estas comenzaron en 2021, cuando se estimó un 6,5 de puntaje. No se negoció y, por tanto, la plantilla no llegó a beneficiarse de ello. Al año siguiente se dio un escenario similar, solo que se cerró con un 12% y tan solo recibieron el ocho.
De hecho, el delegado de Comisiones Obreras, no ve que haya un horizonte halagüeño. A días de que se termine la posibilidad de acceder a estos 500 euros por cabeza, considera que lo más probable es que no llegue a producirse. “Pasan los días y ya. Doy por hecho que ese dinero se va a perder”.
“El tema es que se lo digo al presidente del comité y dice que para qué nos vamos a aceptar ya a negociar a la fecha que estamos”, comenta. “No vamos a perdonar 500 euros para cada trabajador. No solo para el de Trace, también para el del sector, que son, en total, cuatro compañías”, traslada. “Esa cantidad se la van a llevar ellas sin negociarlo con los empleados”, añade.
Si finalmente le reunión con la Ciudad no da algún resultado, se movilizará a los trabajadores. No se trata de una huelga como tal ya que, por plazo de tiempo, no es posible convocarla. No pueden cumplir con el periodo de aviso establecido. Deben informar sobre ello como mínimo con 15 días de antelación. Es esta la razón por la que, de no darse algún avance en este sentido, recurrirán a los parones. “Se harán en los servicios y que no salgan los camiones durante un tiempo estimado. No sé por qué la empresa no se sienta a negociar. Esto siempre se ha hecho”, destaca Guerrero.
El último as en la manga no es otro que esta medida que actualmente plantean. No existe la vía judicial para resolver la cuestión, tal y como esclarece Lirio. No hay ninguna cláusula en el convenio que recoja esta aplicación del IPC que beneficie a los trabajadores. Esa es la gran traba a la que se enfrentan la plantilla interesada en obtener estos 500 euros. “No está recogido en ningún lado, en ningún acuerdo”, indica. Este asunto incluso se ha consultado con profesionales jurídicos y no hay ningún modo por el que puedan acogerse a los tribunales.
Solo podría intentar sortearse este obstáculo a través de un conjunto de denuncias emitidas por parte del propio personal que ejerce su labor en la empresa. “Habría posibilidad si cada uno de ellos lo hiciera. Como esto no está firmado…”, explica. No reza en ningún documento vinculante que esta negociación sea obligatoria. El delegado de Comisiones Obreras considera que Trace se está “agarrando” a este hecho para no tener que ser parte de una mesa de diálogo en la que se llegue a un punto común.
“A lo largo de los 25 años que he trabajado, anualmente se ha negociado el IPC”, asegura. Por tanto, las únicas elecciones posibles para las dos organizaciones sindicales son las movilizaciones o que Trace dé su brazo a torcer. Quedan a la espera de algún cambio en esta cuenta atrás.
Las movilizaciones serán, en caso de producirse, parones de trabajadores ya que, por cuestión de tiempo, no es posible tramitar una huelga.
Lirio expone que no es posible recurrir a los tribunales para reclamar esta petición ya que la negociación del IPC no es obligatoria y no está plasmada en ningún acuerdo vinculante.
Ambas entidades señalan que el personal es el principal afectado en esta cuestión. Guerrero especifica que “los trabajadores pueden perder más o menos alrededor de 500 euros”.
No es la primera vez que los empleados no acceden a este beneficio. Desde 2021 se han dado pérdidas.
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