El sindicato dice que las denuncias presentadas son gestionadas “de manera indolente”
Comisiones Obreras (CCOO) ha enviado un escrito al delegado del Gobierno, Nicolás Fernández Cucurull, para instarle a que dicte las instrucciones pertinentes para dotar al servicio de la Inspección de Trabajo “de las condiciones de rigor, eficacia y celeridad” en sus intervenciones que le permita “recuperar” la “función esencial” de instrumento al servicio de la legalidad en materia laboral. En este escrito, firmado por el secretario general de CCOO en Ceuta, Juan Luis Aróstegui, el sindicato le expresa su “preocupación” por las “deficiencias” observadas en el funcionamiento de este servicio, “que están ocasionando muy serios perjuicios a los trabajadores y trabajadoras de nuestra ciudad”. El sindicato recuerda que el servicio de Inspección “es un instrumento esencial en el sistema de protección de derechos laborales” y que “gran parte de las agresiones que sufren los trabajadores en sus centros de trabajo, derivados de incumplimientos de normas de rango legal o de los propios convenios colectivos, requieren de la intervención directa del servicio de inspección, cuyos testimonios, informes y valoraciones son fundamentales para corregir situaciones irregulares o ilegales”. “Desgraciadamente estas prácticas están demasiado extendidas en nuestra ciudad. Los niveles de incumplimiento de las normas o la aplicación indebida de las mismas, se están convirtiendo en un factor más de rentabilidad injusta para las empresas. No solo se trata de la contratación ilegal de mano de obra (cada vez más extendida ante una incomprensible tolerancia, a pesar de las reiteradas denuncias); sino que alcanza a todas las facetas de las relaciones laborales (jornada laboral, turnos, días de descanso, seguridad en el trabajo...)”, añadió el sindicato. Esta organización indica que a pesar de ello está comprobando, “con una enorme preocupación”, que el funcionamiento de la Inspección de Trabajo “dista mucho de los niveles de eficacia exigibles en este contexto”. Así, añade que las denuncias que presentan los sindicatos en defensa de los derechos de los trabajadores, “son gestionadas de manera indolente y despreocupada sin explicación alguna”, y que “el servicio es muy reticente a visitar las empresas denunciadas. Cuando lo hace, lo hace tarde, mal y sin interés. De este modo, sus informes se dilatan tanto en el tiempo que cuando llegan, no tienen ya ningún valor. Además, y como consecuencia de la desgana exhibida, los informes carecen la profanidad y rigor que se le debe exigir a un servicio de esta naturaleza”.