En el último informe elaborado por
CCOO en relación a los datos aportados por el Ministerio de
Sanidad en el Informe Anual del Sistema Nacional de Salud, se resume que la esperanza de vida es un indicador sintético que refleja, entre otros aspectos, la situación sanitaria de una población. Es por ello que la conclusión a la que llega la central sobre los datos del Ministerio en relación con Ceuta y
Melilla (ambas bajo el territorio
Ingesa) es que son las que menor esperanza de vida tienen de todo el país y que esto ha sido así invariablemente durante los últimos 15 años.
Además de esta cuestión, otro dato significativo es la tasa de mortalidad general, que también es la más alta de todo el país. A esta apreciación, expone el sindicato en nuestra ciudad, hay que atender a que, según nuestra población, contamos con las tasas más bajas de todo el país en número de médicos de familia, pediatras, enfermeras de atención primaria, facultativos especialistas y enfermeras hospitalarias (en esto último punto son las segundas peores cifras del país tras Andalucía). “En el resto de los profesionales somos los últimos”, lamentan desde el sindicato.
“Peor esperanza de vida, peor tasa de mortalidad y peores ratios en todas las categorías profesionales”, concluyen y se acogen, una ño más, a datos fiables que proporciona el mismo ministerio y que no se basan en estudios externos, sino que es la misma Administración la que reconoce los déficits de nuestro sistema sanitario.
Desde CCOO advierten que son datos preocupantes, porque se está reflejando en la esperanza de vida de los ceutíes, exigiendo un sistema sanitario equiparable al resto de autonomía. En 2017, la esperanza de vida al nacer en España fue de 83,3 años; 80,4 en hombres y 86,0 en mujeres. Por autonomías, la esperanza de vida al nacer varió entre los 80,7 años de Ceuta y Melilla, la más baja, y los 85,1 de Madrid. La mortalidad también evoluciona con datos en negativo. Ceuta marca una tasa de 518, mientras que la media nacional es de 442,3.
Estos serían datos aislados de no ser porque el número de profesionales sanitarios en nuestra ciudad sigue siendo el más bajo de toda España: 1,4 por cada mil habitantes, en el caso de los especialistas, cuando la media nacional asciende a los 1,7 y hay autonomías que llegan hasta los 2. Lo mismo en el resto de ratios, atendiendo cada profesional a un promedio de 199 habitantes, el más alto de todo el país, teniendo en cuenta que el resto de sistemas sanitarios maneja una horquilla entre los 113 de Aragón y los 191 de la Comunidad Valenciana.