El sindicato se muestra agorero ante la escasez de facultativos porque pueden tardar en prepararse 10 años.
Lara asegura que las advertencias de Ingesa por el mal tiempo en el Estrecho o el cumplimiento de los horarios “espantan” a los profesionales.
A golpe de retuit, Ingesa se congratuló en junio de que el Servicio de Urgencias del Hospital Universitario “adecuaba” sus instalaciones para la “mejora” en la atención integral de los pacientes. Sillones, gases medicinales, monitorización… acompañados de nuevos protocolos, pero, a tenor de la falta de médicos en el Servicio que destapó Caballas este miércoles, se olvidaron de dotar a Urgencias de lo más importante: los recursos humanos.
Quien ha reparado en esta ironía es Ángel Lara, secretario general de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO. La escasez de médicos no es nada es nuevo y, hace 10 o 12 años, el Hospital Universitario adolecía de especialistas como denunció este sindicato en aquel entonces y sigue haciendo regularmente por el bienestar de trabajadores y usuarios de la sanidad pública. Un déficit que el comisionista hizo extensible a otras categorías en el Hospital Universitario como ocurre en la actualidad con las de Enfermería por los contratos de verano y matronas.
Lara desgranó ayer algunas de las medidas para paliar este déficit y que se centran en la “ampliar el catálogo MIR”, “aumentar las plazas para formación a medio y largo plazo” –por ejemplo de familia– y “mejorar las condiciones contractuales y de estabilidad” en el empleo que oferta Ingesa. Ceuta engrosa el listado de regiones consideradas “áreas de difícil desempeño y cobertura” que incluye a Canarias o Baleares, entre otros “puntos negros” de la geografía nacional. Sin embargo, CCOO reprobó a la Administración que mire “hacia otro lado” en esta cuestión cuando, estimó Lara, un profesional puede tardar en formarse una decena de años y, por tanto, “vamos a pasar una década fastidiados” por la carencia de estos profesionales. Sí tiene conocimiento de que el Ministerio de Sanidad sopesa las posibilidades de homologar los títulos de los extranjeros. No obstante, pese a que Ingesa ha publicado convocatorias de vacantes en varias especialidades, estas han quedado desiertas.
Los facultativos que abandonan Ingesa no solo vuelven a su autonomía de origen después de ocupar una interinidad en Ceuta que no les satisface, sino que CCOO tiene constancia de profesionales que, tras formarse en la ciudad autónoma, hacen las maletas porque el sistema sanitario de otras comunidades les ofrece condiciones más ventajosas, como por ejemplo, en la duración de los contratos. “No podemos dejarles escapar”, resaltó Lara. O, directamente, apuntó Lara, dan el salto a la sanidad privada y se desvinculan del sector público por la “flexibilidad” que les ofrece y ejercen “sin problemas para compatibilizar” los dos ámbitos. Ante la crisis, la emigración al extranjero se ha convertido en otra salida laboral que Lara consideró que juega en contra del Sistema Nacional de Salud de España. Además de lograr que los profesionales se queden en Ceuta, este sindicalista apostó por atraer a Ingesa a los doctores que solo atienden en la ciudad por la privada y precisó que los alicientes necesarios “no son tanto económicos como por las condiciones de trabajo”.
La crisis provocó un éxodo de sentido contrario al actual: los profesionales se desplazaron a la ciudad espoleados por la crisis y ocuparon las vacantes a través de contratos cuyas cláusulas son más competitivas que las del resto de las autonomías. Sin embargo, en la Península le han dado la vuelta a la tortilla y esos mismos especialistas se trasladan a otras autonomías. Por razones que tampoco entró a desgranar, el secretario general de la Federación de Sanidad, “Ceuta ha dejado de ser un destino atractivo a nivel de toda la Administración”.
Mención aparte merecen las “torpezas” de los directivos locales, como tildó CCOO a las advertencias de que los trabajadores “no se pueden ausentar de la ciudad cuando hace mal tiempo” o los “recordatorios continuos de cumplimiento del horario a todo el personal, las cuales son innecesarias pues la inmensa mayoría de trabajadores las cumplen”. Unos avisos de Ingesa a su plantilla que “espantan” a los facultativos.
Otro de los puntos aludidos por Lara fue el de que las plantillas, de todas las categorías, sean acordes a las necesidades reales de la población, no a los 85.000 habitantes de la previsión que se disparan por la cuestión fronteriza y la vecindad de Marruecos.