Comisiones Obreras ha pedido este jueves el cese del superintendente de la
Policía Local de Ceuta Sebastián Vega, en el transcurso
de una reunión que han mantenido con el consejero de Sanidad, Consumo y Gobernación, Javier Guerrero, quien está conversando con los tres sindicatos representados en la Policía Local tras pedir todos ellos un encuentro con el presidente de la Ciudad Autónoma,
Juan Vivas. En este encuentro le han hecho entrega al consejero de una carta enviada al presidente donde exponen, en líneas generales, las razones de su petición de cese, comenzando en primer lugar por la reivindicación que siempre han mantenido de la necesidad de un máximo responsable de la Policía Local con amplios conocimientos y con una experiencia profesional sobresaliente en el ámbito de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, en especial a la Policía Local; “con gran capacidad empática y con la virtud de dejarse influenciar y aconsejar de los mejores, poniendo en práctica su propia pericia profesional en concordancia con el aprendizaje adquirido, y teniendo en cuenta las opiniones de los agentes sociales, de los policías a su cargo y adecuándola a la demanda ciudadana, sin desviarse, si cabe, de las necesidades e instrucciones del Gobierno de la Ciudad”. Mantienen que desde el nombramiento de Vega, el 5 de enero de 2017, han sucedido acontecimientos que han puesto en tela de juicio tanto la capacidad de organización como su gestión como mando, así como la dirección operativa de un Cuerpo en constante avance y transformación, desde su punto de vista. Reconocen en el escrito que la Policía Local ha tenido una incesante evolución propia del paso de los años, del avance tecnológico, con mejores equipamientos de medios individuales y colectivos, de sistemas organizacionales y de operatividad “que no han sido más que llevados a cabo por las reivindicaciones y protestas sindicales, así como por sus agentes; por su sentimiento de vocación, por sus experiencias vividas, y por su formación para un mejor desarrollo personal y profesional, sin ir de la mano de un superintendente jefe de ordeno y mando que no ha sabido encajar en el seno de la Jefatura, y donde con el paso del tiempo, desde su ámbito de procedencia, ha agotado cuantas posibilidades de progreso se podrían producir para una Policía Local más actual, más moderna y más versátil”. Acusan al superintendente de que sus objetivos han estado marcados por el desinterés personal hacia los agentes locales, con el establecimiento e introducción del método estadístico basado en números “con el fin de ampararse en vanas cifras en base a la labor policial ya valorada durante años atrás; por una apatía en la consecución de metas y objetivos, tanto de medios técnicos como materiales; por su indiferencia y desentendimiento en la relación con las centrales sindicales, y las manifiestas protestas de esa demanda directa y diaria que tan solo es capaz de transmitir el agente a pie de calle a sus representantes”.
Rechazo al propio intendente
Desde CCOO exponen que por esa falta de experiencia policial de Vega creó la figura del intendente para encomendarle las cuestiones operativas “que no ha dado el resultado esperado por el rechazo de éste dentro del cuerpo, así como por su ya conocida biografía, máxime, durante el periodo de gobierno de su Jefatura o por la falta de creación de protocolos de actuación”. Pero no solamente exponen desde este sindicato la inoperatividad de la figura del intendente, sino que también aprovechan para señalar que se ha boicoteado desde la posición de Vega la comunicación directa sindical con la nueva Dirección General de Gobernación y “su rumoreada y conocida deficiente conexión con la misma”. Acusan también a Vega por la inoperancia de organización y diligencia con unidades especializadas con competencias en materia judicial, como la Unidad de atestados cerrado al público, “la negligente actuación con la sala de comunicaciones; por la aceptación de la falta de vehículos y el mantenimiento de los mismos, amén en lo referente a recursos materiales y de vestuario, por la ausencia de medios técnicos en la unidad de metrología, sin radar, sin sonómetro; y, en mayúsculas, por la NEFASTA y DESAFORTUNADA gestión de la COVID-19 durante el estado de alarma, además de las inoportunas decisiones que han creado un gran malestar, dejando a un lado los derechos logrados y consolidados por todos, por nombrar el derecho a la conciliación de la vida personal, familiar y laboral, y así, un largo etc.”. Reconocen que no desean “una figura de postín ladeada por el peso de condecoraciones como imagen visual y de ejemplo hacia las diferentes instituciones, ansiamos de alguien con conocimientos, con experiencia policial y con espíritu de liderazgo, que asimismo sepa escuchar y recoger las críticas recibidas para aprender de ellas y de quien las realiza, agradeciéndoselo si precisa de éstas para cambiar de actitud, sin incomodarse ni rechazando sin valoración ni corrección, por un Superintendente Jefe que no debe de anquilosarse en el tiempo en una etapa de constantes cambios normativos y en continua evolución, de organización de recursos humanos, de operatividad y de cuantos argumentos se han descrito anteriormente”. Una vez expuestas todas estas razones le piden al presidente que reiteran el cese, destitución o remoción de la plaza de libre designación de superintendente de la Policía Local que recae en la persona de Sebastián Vega. Señalan que esta petición “no caduca con una simple sugerencia, ni por un amistoso, por su parte, trámite de audiencia, porque establecemos un plazo para cumplirlo, de lo contrario, continuaremos con nuestra hoja de ruta programada con un único fin, la Policía Local”.