El secretario general de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de
CCOO en Ceuta, Emilio Postigo, y el presidente del comité de empresa de Autobuses Hadú-Almadraba, José Antonio Blanco,
han anunciado una huelga indefinida en el servicio debido al “incumplimiento” por parte de la concesionaria del acuerdo de subida salarial al que las partes llegaron en agosto. Los trabajadores aseguran que no van a dar “ni un paso atrás” en la negociación del convenio de este año y en vista del siguiente que tienen que cerrar. El portavoz del Gobierno, Jacob Hachuel, manifestó ayer que
la subida del precio del billete del autobús “dejará a los trabajadores sin argumentos para la huelga”. A este respecto, Postigo ha defendido que la Ciudad tiene que reflexionar porque es un “servicio público y tiene que hacerse cargo” del mismo. Así se acabaría con los “problemas, por lo menos de incumplimientos porque sería más responsable”. Postigo ha señalado que este transporte público es un servicio “esencia” para la Ciudad y “debería cogerlo como empresa pública, no a través de unas manos privadas que lo que hacen es beneficiarse”. Es más, ha continuado el sindicalista, de ser así, “tendríamos mejores servicios y vehículos” porque la rentabilidad que arroja “los obtendría la Ciudad que se invertirían en mejorar sus condiciones”. A preguntas de los periodistas acerca del final de la adjudicación, el próximo año, del contrato de este servicio, Postigo ha reivindicado que como servicio público que es la “responsabilidad tiene que tenerla la administración, en este caso la Ciudad”. Por su parte, Blanco ha rebatido al portavoz del Gobierno al asegurar que el comité de empresa cuenta con argumentos tienen “de sobra” para hacer un huelga.
En una reunión hace unos días, ha indicado Blanco, la mercantil informó que la nueva tarifa llega “demasiado tarde” y que no hay “tiempo material” para pagarles. “La empresa ya ha conseguido lo que quería, que era la actualización de la tarifa y ahora en vez de pagar el convenio que le supone unos 70.000 euros, pues pretende que sea el 50 por ciento y nos reste un 1,5 por ciento”, ha criticado el presidente de este órgano de representación de la plantilla. El secretario general de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO ha explicado que se trata de una “falta de respeto” porque “se utiliza a los trabajadores como escudo para obtener beneficios: cada vez que le falla la propuesta de la administración o que la empresa solicita, pone en pie de guerra a los trabajadores para que la presión que puedan hacer en beneficio suyo lo sea también en beneficio de la empresa”. Para Postigo se trata de una “burla” hacia los trabajadores y la ciudadanía porque “están jugando con ellos, tanto mintiendo a la plantilla como por el perjuicio que la convocatoria de esta huelga puede ocasionar a los ciudadanos”. CCOO considera que no todo vale por los intereses de la empresa porque la ciudadanía “va a pagar el pato de este cachondeo”. El sindicato ha traslado a los trabajadores que cuenta con su apoyo y hará toda la presión a su alcance a nivel ceutí y estatal. La huelga comenzará el 10 de diciembre y será de 8.00 a 11.00 y de 14.00 a 18.00 horas. El comité de empresa reclama a la empresa una subida salarial del 3,32 por ciento y el cien por cien de unos pluses, tal y como pactaron para desconvocar la huelga en las noches de feria. Por su parte, la concesionaria asegura que tan solo puede afrontar el 1,5 por ciento de aumento en la masa salarial con carácter retroactivo desde enero de 2018 porque carece de margen suficiente con dos meses de actualización del precio del billete ordinario para compensar la diferencia que previsiblemente se aprobará en el próximo Pleno.
“En los metros hay policías que velan por la seguridad del servicio público”
Los periodistas también preguntaron por el vandalismo en las líneas 4 y 8 así como por la continuidad de la medida por la cual los conductores se saltan las paradas conflictivas tras sufrir “rotura de cristales, lanzamiento hacia delante de una bola de papel ardiendo con un líquido inflamable y el bloqueo de puertas que hacen que el autobús se frene solo”. De “circo” calificó Blanco que los autobuses que salen del centro tengan que apagar el rótulo de línea y seleccionar las paradas a fin de evitar problemas. Como consejo al usuario, recomendó que mire a su alrededor y si ve a los “grupos de vándalos”, busque otro apeadero porque el vehículo no le va a recoger en ese. Si no hay actos violentos estos días, reconoció el presidente del comité de empresa, es porque están “dejando en tierra a todo el mundo” cuando confluyen esas circunstancias y en sus “manos está eliminar completamente el servicio de 14.00 a 16.00 horas”. En cuanto a la Ciudad Autónoma, este portavoz de la plantilla dijo desconocer si está estudiando o haciendo algo al respecto, “pero llevamos una semana haciéndolo y nadie se ha preocupado de qué es lo que pasa ni qué soluciones se van a aportar”, lamentó Blanco. El regreso de las extintas Brigadas Cívicas, y las declaraciones de la Federación de Vecinos acerca de su contratación como vigilantes, indigna al presidente del comité de empresa. “Los vecinos no ponían orden, simplemente se montaban en el autobús apoyados por la Policía Local y solo con su presencia eliminaban todos los actos vandálicos”, aseguró Blanco, quien se preguntó por qué antes si servían para el cometido y ahora no. “En el metro de todas las capitales de España hay vigilantes pero también policías de paisano que velan por la seguridad del servicio público. Aquí, como es una empresa privada, tiene que ser un vigilante de seguridad, aunque no creo que esa sea una solución”, concluyó.